La Real Balompédica Linense recibirá este domingo (18:00) a un Córdoba CF que llega prácticamente sin objetivos por los que luchar, toda vez que alcanzar un puesto en el play off de ascenso parece ya una utopía para un equipo que ha cuajado una segunda vuelta desastrosa en el grupo I de Primera Federación, pasado de ser líder durante 14 de las 18 primeras jornadas a verse distancia en seis puntos de la quinta plaza, cuando ya solo quedan cuatro jornadas por disputarse.

Por mucho que Manuel Mosquera asegurase en la previa que su equipo se juega "la vida" ante la Balona, lo cierto es que son los linenses los que llegan al choque con un objetivo más vivo y cercano. Para el Córdoba la temporada pudo haber terminado definitivamente el pasado miércoles, cuando el Racing Ferrol se llevó los tres puntos de El Arcángel en partido aplazado y condenó a un equipo que acumula nueve jornadas sin ganar y es que el peor de la segunda vuelta junto a la Cultural Leonesa. Solo diez puntos de 45 posibles ha sumado el conjunto cordobesista en este tramo del curso, uno menos que la Recia.

Pese a que la octava plaza que ocupa el Córdoba pueda verse con sana envidia desde el lado de los seguidores de la Balompédica, lo cierto es que para las aspiraciones del conjunto blanquiverde el no pelear hasta las últimas consecuencias por el ascenso a Segunda División equivale a un fracaso asimilable a lo que sería el descenso del cuadro balono.

Tanto por su dimensión como club, como por su presupuesto y ambición, el Córdoba era uno de los equipos llamados a comandar la tabla en el grupo I de la tercera categoría del escalafón nacional. Y, de hecho, así fue para los blanquiverdes durante gran parte de la primera vuelta. En las primeras 18 jornadas, el conjunto cordobesista fue primero en 14 de ellas, llegando a distanciar en diez puntos a un gigante como el Deportivo de La Coruña y dando pasos en firme hacia el salto de categoría.

Sin embargo, antes de alcanzar el ecuador de la temporada empezó un preocupante desplome que todavía no ha sido capaz de frenar. La decadencia en El Arcángel coincidió, curiosamente, con el triunfo de la Balona allí, en un partido dominado por el equipo entonces entrenado por Germán Crespo pero que los de Rafa Escobar se llevaron gracias al tanto de Toni García en el tiempo añadido de un duelo condicionado por la expulsión de Simo en un rifirrafe bastante discutible con Loren.

A partir de aquella jornada 19 con derrota ante los de La Línea, el Córdoba acumula unos tétricos números que incluyen una única victoria en su casillero. Cifras que han propiciado la caída en picado de uno de los gallitos de la categoría, hasta el punto de verse con un mes por delante de competición y sin opciones reales de alcanzar, al menos, un puesto en la promoción de ascenso, de la que ahora le separan seis puntos cuando restan 12 por jugar.

En ese periodo de tiempo, el Córdoba protagonizó un agitado mercado de invierno con seis bajas y seis altas en su plantel, buscando una reacción deportiva que no llegó. Salieron de la entidad Álex Bernal (Eldense), José Cruz (UCAM Murcia), Adrián Fuentes (Castellón), Cedric Teguia (Intercity), Ramón Bueno (cedido al Fuenlabrada) y Sergio Benito (Wisla Cracovia), mientras que se incorporaron durante el mes de enero Armando Shashoua (Ibiza), Marco Camus (Racing), Alberto Jiménez (sin equipo), Juan Villar (Huesca), Canario (Atlético Baleares) y Caballero (San Fernando).

De hecho, los malos resultados obligaron al club a tomar hace un mes la decisión de destituir a Germán Crespo, técnico que tan solo unos meses antes había sido renovado hasta 2026.

Como relevo llegó Manuel Mosquera, un entrenador que no ha conseguido el revulsivo que de él se esperaba. Tras cuatro partidos, su bagaje es de dos empates y dos derrotas. Unos números que han terminado de cercenar las opciones del Córdoba de reengancharse a la pelea por el ascenso.

Ahora, a falta de cuatro jornadas, a los blanquiverdes solo les queda el reto de pelear por recuperar un puesto en la próxima Copa del Rey, que jugarán los cinco primeros equipos de cada grupo excluyendo filiales. Ese premio menor y el orgullo de acabar el curso de una manera al menos decorosa son las motivaciones con las que el conjunto blanquiverde comparecerá en el Municipal de La Línea para tratar de lograr una victoria que no saborea desde el ya lejano 26 de febrero, día en que la Cultural Leonesa cayó (2-0) en El Arcángel.