Invasión de Ucrania

Una veintena de refugiados de Ucrania llega a Algeciras para alojarse con familias de acogida

  • El primer colectivo de desplazados ucranianos llega a la ciudad de la mano de la Asociación Niños de Ucrania y Andalucía

  • Está compuesto de grupos familiares que se quedarán en casas particulares

Una veintena de refugiados de Ucrania llega a Algeciras para alojarse con familias de acogida

Una veintena de refugiados de Ucrania llega a Algeciras para alojarse con familias de acogida / Jorge del Aguila (Algeciras)

Juan Valera se declara feliz. A primera hora de la tarde ha visto como de un autobús se han bajado su hermana, su sobrino, el familiar de una persona que lo cuidaba y su hija. Acaban de llegar tras cuatro días de viaje desde Ucrania, en un viaje fletado por la Asociación Niños de Ucrania y Andalucía, junto a otra quincena de personas que buscan en Algeciras un lugar en el que residir en paz durante el tiempo que dure el conflicto en su país. Es el primer grupo de refugiados que llega a Algeciras, pero hay otro ya en camino y los seguirán más. Niños que ya habían sido acogidos anteriormente y sus familiares, allegados de personas que están aquí, mujeres y pequeños; los hombres no están abandonando el país.

Un montón elocuentemente pequeño de maletas y bolsas espera cerca del autobús a que el grupo se organice. Abrazos y besos, sonrisas y gestos de cansancio se mezclan con las caras de sorpresa de los más pequeños, aún ubicándose en ese país lleno de cámaras y gente con mascarilla que es lo que por ahora conocen. Juan y Marina charlan, su caso es muy especial: Juan fue adoptado cuando era muy pequeño y no había conocido a su hermana en persona. "Llevo mucho tiempo esperando este momento", explica mientras Marina asegura sentirse por fin segura, contenta de estar con su hermano, "que me puede ayudar". Su marido se ha quedado en Ucrania, como también otro hermano, y ella ha viajado con Olena, que muestra a los periodistas en su móvil fotografías de cómo era su país antes de la guerra y los estragos que ha causado en su entorno la invasión rusa. 

La persona que los acoge es Carmen Valera, la madre de Juan. "Vamos a dormir todos como en lata, pero lo importante es que están a salvo", destaca. El logro es de la Asociación Niños de Ucrania, cuya presidenta, Lola Pérez, ha conseguido fletar dos autobuses para traer familias de refugiados a distintos puntos del país. Y que sigue trabajando para poder sacar del país a 22 niños de un orfanato "si hay un alto al fuego fiable". Mientras que hablamos, la población ucraniana ha comenzado a huir de las ciudades de Sumy, Energodar, Irpin y Bucha por corredores humanitarios, pero en otros dos anunciados, Mariúpol y Járkov, los bombardeos han continuado. 

En Bucha está una colaboradora de la Asociación que es la que se está encargando de gestionar las vueltas. "A mí me dice por la mañana con un mensaje que está viva, para no gastar batería", explica Pérez. Su trabajo, el de dos miembros de la asociación que han viajado a Polonia y la incansable labor de Lola Pérez y su equipo están consiguiendo que parte de los niños que han venido anteriormente en verano o Navidad de la mano de la Asociación puedan vengan a España junto con sus familiares a refugiarse de la guerra. 

Ese es el caso de Tatiana Sorriqueta. Ucraniana, lleva muchos años en España y ahora ha abierto las puertas de su casa a dos pequeñas, una de ellas acogida previamente en Navidad. Han pasado días de muchos nervios hasta que constataron que las niñas estaban bien y en camino. Igual ha ocurrido en el caso de Ilana Santos, que acogerá en su casa a la pequeña que ya había estado antes en Algeciras junto a su madre y su hermana.

Los viajeros llegan cansados de un trayecto de varios días, sin haber podido dormir en algunos de ellos. En Algeciras les quedan todavía algunos trámites, como las comprobaciones de identidad por parte de la Policía Nacional. "Comprueban todos los datos", explica Pérez, para asegurarse de que "no pase nada raro. Aunque en una situación de guerra "las personas vienen con lo que han podido coger. Cuando los niños llegan en verano vienen todos con su pasaporte, toda su documentación en regla. Ahora no hemos podido hacerlo igual". 

La asociación ha contado con el apoyo de otras entidades. Carmen Valera destaca la ayuda del Ayuntamiento de San Roque, que se ha volcado "con palés de productos de primera necesidad". Otros ayuntamientos "han colaborado poco o nada", critica. La población, sí se ha volcado. "Es lo menos que podemos hacer por ellos", destaca.

Los recién llegados han sido recogidos por sus familias de acogida y estarán ahora acomodándose en su nuevo hogar. El tiempo que lo ocuparán es una incógnita, pero desde la asociación se han organizado para que las familias "tengan un futuro, puedan instalarse aquí y buscar trabajo. Porque incluso aunque la duración del conflicto fuera corta, ¿adonde iban a volver?", se pregunta Lola Pérez.

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