Operación Toronto

El Taranto tenía un centro de cultivo y laboratorio de marihuana en La Piñera, en Algeciras

  • Considerado como el cabecilla de la red desmantelada el miércoles, la Policía le atribuye incidentes violentos en la barriada

Uno de los cultivos de marihuana intervenidos.

Uno de los cultivos de marihuana intervenidos.

La Operación Toronto desarrollada el miércoles por la Policía Nacional en Algeciras se ha saldado finalmente con la intervención de 340 kilogramos de hachís y cuatro detenciones, entre ellos el cabecilla de la red, conocido como El Taranto, un peligroso individuo con un amplio historial delictivo según el Cuerpo Nacional de Policía.

La investigación se inició a mediados de 2022, cuando los agentes de la Udyco de Algeciras se centraron en una organización criminal dedicada al cultivo y tráfico de cannabis sativa en el barrio de La Piñera de Algeciras.

Los investigadores localizaron una vivienda usada como centro de producción constante (un auténtico laboratorio) de cultivo y procesado de marihuana. A la plantación indoor acudía diariamente una persona para el cuidado y mantenimiento. El jardinero se desplazaba dos veces al día para el control del crecimiento de las plantas. En ocasiones accedía con sacos de turba y productos fertilizantes.

Durante las vigilancias se identificó a El Taranto, relacionado con incidentes violentos durante los últimos meses en el barrio de La Piñera -algunos de ellos con arma de fuego- , el cual acudía a la plantación de marihuana indoor para dirigir y fiscalizar el progreso del cultivo, ejerciendo de dueño, y líder de la organización.

Estos incidentes violentos habían creado un clima hostil y de inseguridad en el barrio de La Piñera, circunstancia que la Policía Nacional atajó de forma efectiva en un breve espacio de tiempo, incrementando la presencia de agentes de uniforme y paisano en las zonas más conflictivas y logrando así revertir la situación.

Los investigadores detectaron que el líder mantenía reuniones con otro individuo, cuyas labores serían la guarda de mercancía una vez recolectada y procesada.

En una primera fase se desmanteló la plantación de marihuana en la vivienda utilizada exclusiva para tal efecto. En ella los agentes intervinieron 302 plantas de cannabis sativa en fase avanzada de floración, que arrojaban un peso total aproximado en bruto de 16 kilos, además de 36 bombillas de sodio con sus portalámparas, 36 balastros, 2 filtros de carbono, 4 aires acondicionados, ventiladores, aparatos del sistema de extracción de aire, y numerosos útiles de cultivo como sacos de turba y fertilizantes.

Dicha plantación tenía un ciclo de producción de marihuana de cuatro cosechas al año, recolectando hasta 10 kilos de cogollos secos listos para el consumo por cosecha. En un año de cultivo podían recolectar hasta 40 kilos de cannabis sativa, lo que supondría un precio en el mercado negro de 80.000 euros de beneficio. Además hay que tener en cuenta que la plantación disponía de un enganche ilegal al tendido eléctrico, teniendo una elevada defraudación y por ende “abaratando los costes”.

Una vez centrados todos los domicilios, del jefe de la organización, del jardinero así como de la persona que hacía las labores de guarda de sustancia estupefaciente, en la fase final de explotación se solicitaron mandamientos de entrada y registro en los distintos inmuebles, todo ello coordinado por el Juzgado número 5 de Instrucción de Algeciras y por la Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar.

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