El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA), Manuel Morón, no pudo ayer ocultar su preocupación ante el giro que ha dado en apenas unas horas la reforma de la estiba en España.

Morón, presidente de uno de los puertos con mayor número de estibadores de todo el país, resaltó que los cambios en la legislación vienen demandándose desde diciembre de 2014 para que ahora se proponga una modificación de calado a través de un decreto-ley y sin aparente consenso entre las partes que deben aplicarlo. "Es un cúmulo de desaciertos", apuntó Morón tras conocerse la propuesta de Fomento. Entre ellos, sostuvo, el sector se quiere reformar "de prisa y corriendo" por temor a las sanciones de la Unión Europea pese a que la posibilidad de éstas se apuntaba ya en dictámenes del año 2012.

"A las Autoridades Portuarias, que somos los responsables directos de la gestión de los puertos, no se nos ha dado absolutamente ninguna vela en este entierro. Ni se nos ha informado de nada ni se nos ha consultado nada. El puerto de Algeciras, con más 1.800 trabajadores portuarios, algo debería haber podido decir en esto", lamentó el máximo representante de la APBA.

Morón censuró que se pretenda aplicar por decreto "sin consenso entre empresarios y sindicatos". Algo que, para el presidente de la APBA, conduce hacia una situación de conflictividad. "Es lo que más puede perjudicar a los puertos, en especial al nuestro, y a la economía del país", dijo.

El presidente dijo temer que las posibles indemnizaciones que se deriven del proceso se carguen a las Autoridades Portuarias. "Sería sangrante mientras que nuestro propio personal lleva esperando desde 2009 con el convenio colectivo congelado porque no hay dinero para incrementar las masas salariales", criticó.