En junio culminarán los trabajos de la Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) de Tarifa. Posteriormente, se realizará un periodo de pruebas que está previsto en seis meses, no obstante si los parámetros se ajustan a la normalidad no se apurará todo este plazo.

Desde la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, entidad que ejecuta los trabajos, se indicó que los retrasos son normales -la finalización estaba prevista para este mes de marzo- en una obra de esta envergadura, y todo marcha según la normalidad. Así, la instalación se entregará al Ayuntamiento antes de final de año.

La obra comenzó en octubre de 2014, tiene un presupuesto de 9,8 millones con cargo al Canon de Mejora de Infraestructuras al ser declarada de interés de Andalucía y beneficiará a una población de unos 30.000 habitantes -si bien podrá incluir los enclaves como La Peña, Los Lances y Valdevaqueros-. Está prevista una vigencia de 20 ó 30 años.

Durante este tiempo, la construcción de estas instalaciones han generado 164 empleos (146 en fase de ejecución y 18 en fase de explotación).

Las obras consisten en la ejecución de una nueva estación de bombeo (junto a la playa de Los Lances en el casco urbano) y la propia Estación de Depuración de Aguas Residuales (en el Cerro del Pinganillo) así como los colectores correspondientes que discurrirán en paralelo. Todas las actuaciones proyectadas garantizarán las instalaciones necesarias, según recoge la normativa, para minimizar la emisión de olores y ruidos.

Actualmente las aguas provenientes de la red unitaria de saneamiento son sometidas a un pretratamiento antes de ser vertidas al mar mediante un emisario submarino. Para depurar completamente las aguas que se vierten, la Junta construye una nueva estación de bombeo, la propia Estación de Depuración de Aguas Residuales ubicada en el cerro del Pinganillo y dos conducciones que discurrirán en paralelo. Una de las conducciones conectará la nueva estación de bombeo con la EDAR, la segunda de las conducciones unirá la EDAR con el actual emisario submarino.

Desde esta instalación las aguas residuales serán conducidas mediante bombeo a través de un emisario de tres kilómetros de longitud hasta el Cerro del Pinganillo, donde se construye la planta de depuración, y devueltas una vez tratadas a la estación de bombeo mediante otra conducción que discurre en paralelo a lo largo de otros tantos kilómetros antes de su vertido -bajo todos los parámetros de calidad y depuración legales- al mar.

Desde Medio Ambiente se destaca el carácter estratégico de esta actuación, que eliminará los vertidos en una zona especialmente sensible, el Parque Natural del Estrecho. Esta depuradora es vital teniendo en cuenta la importancia de este litoral tanto por su valor medioambiental como por su extraordinario valor turístico, asegura la Junta.

Paralelamente, para completar la depuración de todo el municipio se construyen los colectores de Bolonia que permitirán conducir las aguas residuales de dicho núcleo urbano y también de El Lentiscal hacia la nueva depuradora de Bolonia, en construcción, y evacuarlas al mar a través de un emisario submarino en caso de paro de la estación de tratamiento o bombeo.

La obra de los colectores de Bolonia ya se terminó y actualmente se realizan pruebas. Dentro de este proyecto destaca la implantación del tratamiento terciario que permitirá la reutilización del agua y, por lo tanto, generará un nuevo recurso en esta zona.