El crítico literario Manuel Francisco Reina ofreció ayer la conferencia Un siglo de copla en la Fundación José Luis Cano de Algeciras. La visión que durante años ha recibido es de género menor, e incluso "políticamente se tachaba de franquista", detalló el ponente que invitó a acercarse a la copla desde un punto de vista objetivo, para descubrir cómo entronca sus raíces con la tradición literaria española más importante de los romances de los siglos XIV, XV, XVI, lo que le vincula a los autores más importantes de la historia de la literatura como puede ser Góngora o Lope de Vega.

Reina aprovechó la conferencia también para desmontar todas aquellas "mentiras" sobre su falta de relación con el flamenco, "es absolutamente falso cuando algunos de lo soportes musicales de la copla fueron soleares, peteneras, tanguillos, alegrías, algunos de los palos flamencos más representativos del género". La conferencia fue el soporte para desmitificar la imagen desprendida, "los grandes intelectuales desde los Machado hasta Lorca pasando por algunos de los grandes talentos musicales del siglo XX español como Pau Casal incluyeron la copla en sus grandes composiciones sinfónicas".

Reina recordó que la consolidación de la copla va desde 1902 con Suspiros de España hasta, sobretodo, el esplendor de la república, con algunas de las grandes coplas como María Magdalena. Así, llegó a decir que la copla "es la primera canción protesta española", por sus letras cargadas de libertad o prohibición. "Cuando se sucede la Guerra Civil, el Franquismo se apodera del género y quedó en el subconsciente colectivo que eso era una cosa del régimen cuando no tenía nada que ver", aseveró, recordando además que "Maricruz es una de las canciones más censuradas de la historia del Franquismo al hablar de la sexualidad de una forma tan clara".

En cualquier caso, Reina señaló que desde la transición ha existido un ejercicio de recuperación, aunque espera que sea más intelectual. El novelista, dramaturgo y poeta, además de cronista cultural de prensa fue presentado por Félix Grande y contó con la actuación posterior de Pastora de Algeciras y Paco Quintana.