El estreno ayer en Tarifa del cortometraje documental El dibujo del tiempo se convirtió en un emotivo homenaje a la memoria y obra del espeleólogo Lothar Bergmann, precursor del descubrimiento y protección de grabados y pinturas rupestres reconocidos como el Arte Sureño.

Un público entregado llenó el teatro Alameda tan sólo unas jornadas después del cumpleaños de Lothar Bergmann. El acto no consistió tan sólo en la proyección del documental, sino que contó con intervenciones emotivas organizadas por la familia del espeleólogo y por la productora Azhar Media.

Uno de los momentos más singulares fue el de la intervención del sobrino de Lothar Bergmann, Daniel Peralta. Fue éste quien recordó que el patrimonio rupestre de Tarifa sigue estando huérfano y también lanzó la inquietud de la familia por que sea la Universidad de Cádiz la que, finalmente, gestione toda la documentación aportada por Bergmann a lo largo de su vida. Un catálogo de 70 abrigos que convierten al municipio de Tarifa en el primero del mundo en cuenta a manifestaciones artísticas del hombre en su prehistoria.

Y precisamente fueron las hijas de Peralta, Daniela y Julia las que levantaron sonrisas en la sala. La más pequeña, Julia, de tan sólo 6 años, pidió respeto hacia el medioambiente "no hacer pintadas en el campo, ni en las rocas, para poder estudiar el dibujo del tiempo". La más mayor de las hermanas fue la encargada de recitar los versos de Machado: "caminante no hay camino…".

El homenaje al Hijo Adoptivo de la ciudad de Tarifa convocó a un gran número de sus admiradores y a no pocos políticos, entre ellos el alcalde, Juan Andrés Gil. Los productores del documental, José Manuel Rodríguez y Pablo Coca tuvieron también su momento más personal sobre el escenario del Alameda. La satisfacción fue el sentimiento predominante pero también el momento triste porque se cierra para ellos una etapa. Los dos autores echaron de menos la figura de Lothar porque, según dijeron, "él tenía que haber estado ahí".

El coro de cámara de Tarifa, Ars Moriendi, puso una nota musical al momento, haciendo otra magistral interpretación de los versos de Machado. Otra de las sorpresas de la noche fue el saludo especial brindado por los productores a Paqui Ruiz, quien estoicamente estuvo aguantando sus lágrimas durante toda la gala.