El estudio y puesta en valor del teatro romano de Carteia, en San Roque, progresa cada día. La consejería de Educación, Cultura y Deporte, va a promover y desarrollar el conocimiento del teatro romano de este yacimiento arqueológico de cara a su próxima conservación y puesta en valor, tal y como se recordó ayer a través del propio enclave.

La delegada territorial de Cultura, Cristina Saucedo, ya avanzó en noviembre que se pensaba hacer un estudio geofísico en 2014, además de adecentar la villa romana y continuar los circuitos y reeditar las guías. Si bien, ya se puede confirmar que el estudio será llevado a cabo por el Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos de la Universidad de Granada. Un proyecto que cuenta con el patrocinio de Cepsa.

Consistirá en una prospección con georrádar en modalidad 3D y una tomografía eléctrica del subsuelo, que permitirá localizar con exactitud las principales estructuras del teatro aún sin descubrir. Esta actuación, impulsada desde el propio enclave, irá acompañada de trabajos que mejorarán su accesibilidad e integración en el circuito de visitas y propiciará el acercamiento del mismo a la ciudadanía, a la vez que aumentará la oferta expositiva de Carteia.

Este diario se puso en contacto con el Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos de la Universidad de Granada que confirmó esta actuación de cara al año próximo. Si bien sobre los métodos utilizados, tal y como se puede conocer mediante su web oficial, el georrádar recorre el terreno con perfiles paralelos separados entre sí cada medio metro o 25 centímetros y se obtiene, una vez se procesan los datos, una imagen del interior, que puede ser interpretada por los arqueólogos. Se consiguen profundidades de penetración de hasta 40 metros, obteniéndose imágenes del subsuelo de alta resolución. Esto la hace especialmente apta para la delimitación de estructuras naturales o artificiales poco profundas

Este equipo de investigadores ya ha visitado Carteia, además de sobrada experiencia en la aplicación geofísica a la arqueología.

En cuanto a la tomografía eléctrica, se trata de poner unos electrodos por la tierra, por dos de ellos se emite corriente y por los otros se mide la respuesta del terreno de esta corriente. Esta técnica permite medir un parámetro, conocido como la resistividad de los materiales, y en función de ello saber qué material se atraviesa, y en vez de hacerlo con cuatro electrodos se hace con 80 y se mide a distintas profundidades. Luego mediante un programa de inversión se consigue hacer un modelo que explica los resultados, dando una idea bastante aproximada de la distribución de los materiales en ese suelo. La profundidad máxima alcanzada con esta segunda metodología se sitúa en torno a los 70 metros. En este caso se trata de aportar imágenes lo más claras posibles para que los arqueólogos puedan hacer sus interpretaciones.

La geofísica para la arqueología es una herramienta para planificación, da información sin tocar al terreno mediante métodos no destructivos permitiendo obtener imágenes del interior. De esta forma el arqueólogo puede desarrollar un plan más milimetrado para intervenir.

Para desarrollar la actuación en Carteia necesitan contar con el terreno seco para aplicar la técnica del georrádar, y luego más húmedo para que la tomografía eléctrica funcione, luego será en dos fases diferentes.

La experiencia les avala, desde investigaciones geofísicas mediante radar de subsuelo en el Teatro Romano de Málaga a prospección con radar en la zona de la muralla del yacimiento de La Alcudia (Elche), o prospección magnética en la ciudad pre-romana de Tamuda (Marruecos), e incluso el uso del georrádar en el yacimiento arqueológico de Zama (Túnez). En el caso del teatro de Carteia, está parcialmente excavado, se conserva el edificio escénico y del graderío, asentado sobre el terreno.