Maritimas

El descanso del guerrero

  • Greenpeace retira el 'Rainbow Warrior II' después de dos décadas de acciones reivindicativas que le llevaron a la Bahía de Algeciras en noviembre de 2009

El Guerrero del Arcoiris nunca ha pasado desapercibido. Sus grandes velas y su colorido se han dedicado durante años a apuntar con el dedo y hacer ver al mundo qué actividades practica el hombre que atentan contra el medio ambiente. Tras sesenta años de vida, el antiguo arrastrero reconvertido para los fines de los ecologistas pasará a mejor vida, aunque siempre quedará en la historia del ecologismo.

En la Bahía de Algeciras, el Rainbow Warrior II sólo ha estado en una ocasión, en noviembre de 2009, para ejecutar una de las actuaciones de la campaña de Energía y Cambio Climático que la organización ejecutó antes de la Cumbre Mundial del Medio Ambiente que se celebró en Copenhague. En aquella ocasión, los ecologistas abordaron un carguero, el Federico II, que se disponía a descargar carbón de Colombia en la Central Térmica de Los Barrios. La operación culminó con diez activistas y un cámara detenidos, de los que cuatro, los que subieron al barco, fueron condenados a 600 euros de multa en total. El resto fueron absueltos.

Los ecologistas pretendieron entonces evitar la quema de carbón y pedir al presidente del Gobierno que dejara de financiar esta actividad contaminante. En otras ocasiones, el mismo Rainbow Warrior ha aprovechado su ruta hacia otros puntos del planeta para pasar por el Estrecho de Gibraltar y apuntar al bunkering. La última vez fue en julio de 2009, cuando diez activistas de Greenpeace pintaron el Spabunker Cincuenta y uno de Boluda con el mensaje "España contamina", mientras portaban una pancarta en la que se leía "España, cómplice de la contaminación". Con esta acción, los ecologistas pretendían denunciar que este tipo de prácticas son habituales en el fondeadero C del puerto de Algeciras, pese al riesgo de vertidos.

La Autoridad Portuaria arremetió entonces contra los ecologistas defendiendo que el bunkering es una actividad legal y necesaria para la navegación marítima. Además, aseguró que el Rainbow Warrior II había hecho escala en Ceuta para realizar las mismas operaciones que ellos denunciaban. Los ecologistas lo desmintieron.

Cierto o no, la verdad es que el Rainbow Warrior II fue un velero forzado, reformado de pesquero a activista por el medio ambiente. Otros barcos de la organización que también han pasado por la comarca han sido el Esperanza o el Artic Sunrise, que fueron rompehielos antes que barcos verdes. El director de Greenpeace, Mario Rodríguez, explicó que el buque que sustituya al Rainbow será diseñado para consumir menos, gestionar mejor sus residuos y evitar derrames, decorado con pinturas no tóxicas, y con un sistema de calefacción que reutilizará el calor de los motores. Lo último para un barco lo más ecológico posible para los ecologistas.

"Greenpeace siempre se ha fijado en la actividad industrial y en el riesgo de las gasolineras flotantes de Gibraltar para sus actuaciones en el Estrecho y en la Bahía de Algeciras", contó Rodríguez, que admitió que es difícil que el mensaje de la organización cale en una sociedad que depende tanto de la industria como esta comarca. "Pero la sociedad del Campo de Gibraltar es diversa y no sólo se vive de la industria, también hay turismo y son muchos los que apoyan nuestras campañas para no hipotecar su futuro. Conviven ambas sensibilidades", declaró el dirigente de Greenpeace.

El Guerrero del Arcoiris pronto descansará definitivamente, aunque aún se desconoce si podrá ser reutilizado para otras funciones, o será reciclado.

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