El PSOE quiso manifestar su malestar e indignación por la polémica suscitada en La Línea tras la emisión el pasado viernes del programa Callejeros dedicado a la barriada de Los Junquillos. También se mostraron dispuestos a apoyar las acciones legales que el Ayuntamiento pudiera emprender en defensa de la imagen de la ciudad contra quienes la quisieron perjudicar "mediante el uso inadecuado de los medios de comunicación", como rezó en el comunicado hecho público ayer.

"No vamos a permitir que nos atribuyan una responsabilidad que no tenemos en la elaboración y emisión de dicho programa por lo que emprenderemos acciones legales contra todos aquellos que hayan afirmado o insinuado, o lo hagan en el futuro, que el PSOE o algunos de sus componentes están detrás de la emisión de dicho programa", comunicó el grupo en referencia al intento del Partido Popular linense de responsabilizarles de su autoría.

"Nunca hemos sido partidarios de la ligereza y el amarillismo con la que algunos medios tratan estas situaciones que padecen muchos ciudadanos. No lo estamos ahora ni lo estuvimos cuando el PSOE gobernaba la ciudad y se emitieron numerosos programas de televisión por distintas cadenas nacionales que fueron incluso utilizados por algunos como arma política contra el gobierno socialista", declaró el principal grupo de la oposición local.

De igual modo, los socialistas locales ofrecieron su apoyo y afecto a los miles de conciudadanos que viven en la Barriada del Junquillo "que han visto dañada gratuitamente su imagen", y también se unieron a la indignación que sufren los vecinos de estas barriadas y los linenses en general, y confirmaron su rechazo al intento "de algunos de apropiarse en exclusiva de la defensa del honor y del buen nombre de la ciudad, haciéndonos aparecer a los que no compartimos su ideario político como enemigos de la misma".

El grupo opositor dijo que las siglas que llevan siempre han mostrado un gran respeto por la libertad de expresión como elemento fundamental del sistema democrático, pero no por "la prensa amarilla por lo que este tipo de productos basados en la estridencia y la demagogia queda al margen del respeto que la profesión periodística nos merece".