El cambio climático, amenaza real

Durante estos días París acoge la cumbre sobre cambio climático (COP21) en la que se espera que se adopte un acuerdo para elaborar un nuevo modelo que mantenga el calentamiento global por debajo de dos grados centígrados. Aunque París queda lejos de La Línea y aunque parezca que los efectos del cambio climático están aún lejanos en el tiempo y que apenas afectarán a los ciudadanos de estas coordenadas del globo terráqueo, lo cierto es que si el calentamiento global se sitúa en esos dos grados centígrados, en menos de 200 años el municipio linense será el más afectado de toda la comarca debido a las inundaciones.

El estudio realizado por el proyecto Surging Seas (Mares Crecientes), elaborado por el Climate Central de Princeton, Nueva Jersey (Estados Unidos) muestra en forma de mapas en su web cómo se verían afectadas distintas zonas costeras del planeta en el caso de que se dieran varios escenarios distintos, dependiendo de las emisiones de carbono, el crecimiento del nivel del mar y del aumento de la temperatura global. En el caso de que el aumento fuese de dos grados, antes del año 2200 se vería inundado -por el continuo derretimiento de las zonas heladas del planeta- el istmo, con lo que Gibraltar quedaría convertido en una isla; y, además, gran parte del litoral de Levante hasta varios metros hacia el interior, a la altura de la calle Gibraltar en la zona más cercana al centro y cerca de la carretera del Higuerón en la zona más periférica. En el resto de la comarca se verían afectadas, sobre todo, las zonas inundables de los ríos Palmones, Guadarranque y Guadiaro, los rellenos efectuados en el puerto de Algeciras y Tarifa.

En La Línea hay algunos factores a tener en cuenta y que a estas alturas ya alertan de lo que puede pasar si no se pone solución. El último de ellos son las inundaciones que tuvieron lugar el pasado 1 de noviembre y que afectaron a prácticamente toda la ciudad. Aunque muchos achacaron estas inundaciones a la falta de limpieza de imbornales y emisarios de la red de alcantarillado, el alcalde, Juan Franco, presentó en el pleno del pasado jueves informes elaborados por Aqualia en los que afirmaba que había procedido a la limpieza de imbornales en las zonas más sensibles de la ciudad, así como de los emisarios. En todo caso el bajo nivel freático de la ciudad también tiene mucho que ver en las inundaciones que a lo largo de los últimos años ha sufrido la ciudad, especialmente en la avenida de España, a la altura del Bar Finlandia, testigo de grandes anegaciones históricas.

Por poner un ejemplo del nivel freático de la ciudad, en el proyecto de la remodelación de la plaza de toros elaborado en 2009 los técnicos destacaban que hay agua dos metros por debajo de la arena que sustenta el coso.

Otro dato a tener en cuenta es que según un informe que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo público en mayo de 2014 que La Línea tenía la peor calidad del aire de las 46 ciudades españolas analizadas.

Mientras en París se decide la hoja de ruta para poner freno al calentamiento global, el Ayuntamiento de La Línea aprobó el pasado jueves una moción presentada por La Línea 100x100, a propuesta de Verdemar-Ecologistas en Acción, para tomar medidas en el ámbito local. "Para frenar esta situación, es necesario realizar un cambio de modelo en consonancia con los límites del planeta. Por ello instamos a los gobiernos municipales a la toma de medidas inmediatas y urgentes que logren reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en sus municipios, ya que es en los núcleos urbanos donde se producen un 70% de las emisiones de dióxido de carbono", señala en esta moción Verdemar, que a su vez advierte de que el tiempo de actuación para prevenir las peores consecuencias "se agota", por lo que es "imprescindible la toma de medidas urgentes que no sólo conseguirán evitar el colapso ambiental al que nos enfrentamos sino que redundará en un incremento de la calidad de vida de la ciudadanía".

Mediante la moción aprobada en pleno, el Ayuntamiento asume varios compromisos. Uno de ellos es convertir La Línea a la mayor brevedad posible en un municipio sostenible, estableciendo entre otros objetivos que todos los suministros energéticos municipales estén basados únicamente en energías renovables.

También se compromete a elaborar un plan de choque para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, identificando los focos más importantes y realizando planes de actuación para reducir sus emisiones, y poner en marcha medidas de impulso a la movilidad a pie, en bicicleta y en transporte público, reduciendo drásticamente el uso del automóvil.

Otra de las medidas a emprender es introducir en las ordenanzas municipales criterios de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático, no sólo en la actuación municipal, sino también en la adjudicación de servicios, de forma que se prioricen estos criterios frente a los economistas.

El planteamiento urbanístico y las ordenanzas municipales deben adaptarse a esta sostenibilidad, y el Ayuntamiento debe formar parte de una red de ciudades contra el cambio climático para compartir este esfuerzo con la mayor parte de los municipios para que adquiera efectividad y relevancia". Además es importante para Verdemar la participación de la ciudadanía en la planificación municipal para el desarrollo de la estrategia de lucha contra el cambio climático.

El objetivo es generar una ciudad "más ecológica, sostenible, amable y habitable que esté a la vanguardia social". Para los ecologistas, "es el momento de actuar para frenar el cambio climático; los pequeños pasos como este tienen mayor incidencia que los grandes acuerdos internacionales".