La alcaldesa, Gemma Araujo, firmó en la mañana de ayer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que despedirá a 65 trabajadores laborales indefinidos, lo que permitirá "aliviar" la nómina municipal en 1,7 millones de euros al año, unos 130.000 euros mensuales.

En una rueda de prensa en el Palacio de Congresos, la regidora socialista aseveró que ayer mismo iba a comunicar esta medida a los sindicatos, así como que el ERE se hará efectivo tras un periodo de consulta que durará como máximo 30 días. "La reforma laboral aprobada por el Gobierno del señor Rajoy permite a las Administraciones hacer un ERE, aunque la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) sigue su camino para organizar la estructura del Ayuntamiento. Una comisión valorará los puestos de trabajo y sus retribuciones por si hay que tomar más medidas de ajuste, que yo estoy convencida de que sí. Este ERE no reduce la nómina lo suficiente", puntualizó.

Araujo agregó que su decisión también la ampara el decreto del PP para el pago a proveedores a través del ICO, "que lleva consigo un plan de ajuste y, dentro del mismo, la reducción de los gastos de personal".

A preguntas de los informadores sobre si el principal partido de la oposición, el PP, alegará de nuevo que los despidos están politizados, la primera edil manifestó que un ERE "se hace sobre los puestos de los que se puede prescindir o pueden ser cubiertos por funcionarios. El PP podrá interpretar lo que quiera porque su único objetivo es no reducir la nómina. Si alguna de las personas afectadas es del PP, lo desconozco. Se han aplicado los criterios que exige un ERE y eso ha deparado a un determinado grupo de personas", alegó Gemma Araujo, quien indicó también que los despidos afectarán a casi todos los departamentos municipales.

Con respecto a la RPT, que rebajará las retribuciones salariales de la plantilla, reconoció que está abierta, dentro del proceso de negociación con los sindicatos, a evaluar el no tener que hacer más despidos aparte de los incluidos en el ERE.

El anuncio del ERE ha sentado como un jarro de agua fría en IU. La concejal de IU Ceferina Peño no pudo ayer ocultar su enfado al enterarse de la medida por Europa Sur. "Esto es intolerable, no entiendo nada. Me parece una falta de respeto absoluto e inadmisible hacia IU. Nos enteramos del encierro en la Diputación por vosotros y del ERE, también. Está claro que no existe comunicación ni transparencia. Esto es faltar el respeto a los trabajadores municipales y a un grupo de la oposición".

Peño aseguró que Araujo estaba obligada "moral y políticamente" a haber informado previamente a los grupos políticos y recordó que IU lleva desde el pasado mes de noviembre estudiando la documentación de la RPT.

Por último, Peño hizo una clara advertencia al equipo de gobierno: "Las cosas no se hacen así. Que le quede claro a Araujo que el voto de IU no es cautivo del PSOE. La opinión pública cree que existe comunicación, transparencia e incluso un pacto y no es así. A las pruebas me remito".