Chantarellas, trompetas negras o níscalos ya no son palabras desconocidas para muchos habitantes del Campo de Gibraltar gracias a la creciente afición a la micología. El Ayuntamiento de Los Barrios, a través de sus concejalías de Turismo y Medio Ambiente, prepara la segunda edición del otoño micológico con la experiencia adquirida en el primer año, reflejo de otras iniciativas de este tipo como las jornadas micológicas de Jimena de la Frontera.

La organización ya tiene previstas las fechas para los dos paseos micológicos, aunque todo depende de que las lluvias hagan acto de presencia. Y es que para que los hongos afloren es necesario contar con precipitaciones y temperaturas cálidas. Así, el primer paseo está previsto, en principio, para el próximo 31 de octubre mientras que el segundo tendrá lugar el 14 de noviembre. Una semana antes de cada fecha se impartirá la sesión teórica en dependencias municipales, el primer acercamiento al mundo funghi.

El curso será impartido por el profesor y naturalista barreño Domingo Mariscal, así como por el especialista en botánica del parque natural Los Alcornocales José Ramón Sogorb. Mariscal ya participó el pasado año en la primera salida a los montes públicos barreños, donde una veintena de alumnos venidos de municipios como Jerez, Alcalá de los Gazules, Tarifa o Algeciras, además de Los Barrios, aprendieron a recolectar los hongos sin dañar el entorno y a clasificarlos. No en vano, Mariscal es autor del libro Setas y cocina para principiantes, donde enseña a distinguir las setas comestibles de aquellas que provocan, en el mejor de los casos, dolores de barriga. En aquel primer paseo se identificaron un total de 65 especies distintas de setas, entre comestibles y no comestibles, destacando especies como las amanitas, rúsulas, boletos, champiñones, lepiotas, clitocibes, armillarias, cortinarios, lactarios y otras tantas.

En cualquier caso, según las recomendaciones que siempre preceden cualquier instrucción dada por Mariscal, ante la duda lo mejor es descartar. Para un principiante, ciertas variedades o tonalidades pueden llevar a errores fatales.

Y qué mejor premio tras un paseo que degustar lo aprendido. Cada paseo micológico concluye con un arroz campestre con setas. Un plato que hace las delicias de todos los asistentes a este tipo de iniciativas.

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