coronación canónica

María Auxiliadora, ruega por nosotros

  • La fiesta de María Auxiliadora surge a comienzos del siglo XIX, cuando el Papa Pío VII puede volver a Roma, el 24 de mayo de 1814, tras la derrota de Napoleón en Waterloo

Los primitivos cristianos de lengua griega acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora. El primero que llamó a la Virgen María con este título fue San Juan Crisóstomo, en Constantinopla, en al año 345: "Tú, María, eres auxilio potentísimo de Dios".

"Auxilio", "auxiliadora" en griego se dice con la palabra Boetéia, que significa "La que trae auxilios venidos del cielo". Algunos autores tienen afirmaciones muy bonitas sobre la Virgen: "La Madre de Dios es nuestra auxiliadora porque nos trae auxilios de lo alto", "María es auxiliadora de los que están en la tierra y la alegría de los que ya están en el cielo".

San Sabas en el año 532 narra que en Oriente había una imagen de la Virgen que era llamada "Auxiliadora de los enfermos", porque junto a ella se obraban muchas curaciones. Pero el inventor de la jaculatoria que decimos con frecuencia ("María Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros") fue San Juan Damasceno, en el año 749.

A comienzos del siglo XIX, surgió la fiesta de María Auxiliadora, el 24 de mayo. El emperador Napoleón Bonaparte, llevado por la ambición y el orgullo, se atrevió a capturar y hacer prisionero al Sumo Pontífice, el Papa Pío VII. Varios años llevaba en prisión el Papa y no se veían esperanzas de obtener la libertad, pues el emperador era el más poderoso gobernante de ese entonces.

El Sumo Pontífice hizo entonces una promesa: "Oh Madre de Dios, si me libras de esta indigna prisión, te honraré decretándote una nueva fiesta en la Iglesia Católica". Las primeras victorias de Napoleón se volvieron en su contra cuando intentó invadir Rusia: el frío extremo y las grandes estepas heladas le jugaron una mala pasada. De hecho tuvo que retirarse de nuevo a Europa. Al volver se encontró con que sus adversarios le habían preparado un fuerte ejército, que le proporcionó una derrota total, en Waterloo. Napoleón fue luego desterrado de Francia, y se vio obligado a pasar en prisión el resto de su vida. El Papa pudo entonces volver a Roma, entrando triunfante en la ciudad el 24 de mayo de 1814. En memoria de este noble favor de la Virgen María, Pío VII decretó que en adelante cada 24 de mayo se celebrara en Roma la fiesta de María Auxiliadora en acción de gracias a la Madre de Dios.

Un año más tarde nacía Don Bosco. Él sería el gran impulsor de la devoción y el cariño a María Auxiliadora. Un acontecimiento fundamental fue la construcción de la Basílica de María Auxiliadora, en Turín (Italia). El 9 de junio de 1868 se consagró la Basílica. La historia de este templo es una sucesión de favores de la Virgen María. El santo solía repetir: "Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen".

Desde aquel santuario empezó a extenderse por el mundo la devoción a la Madre de Dios bajo el título de Auxiliadora, y son tantos los favores que la Virgen concede a quienes la invocan con ese título, que esta devoción ha llegado a ser una de las más populares. San Juan Bosco decía: "Propagad la devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros" y recomendaba repetir muchas veces esta pequeña oración: "María Auxiliadora, rogad por nosotros". Él decía que los que dicen muchas veces esta jaculatoria consiguen grandes favores del cielo.

Y María Auxiliadora también llegó a Algeciras. En el año 1935, por expreso deseo del Obispo de Cádiz y Ceuta D. Ramón Pérez Rodríguez, los salesianos llegamos a Algeciras. "Día 29 de mayo de 1935. Comienza la Obra Salesiana en Algeciras con un solemne Triduo a María Auxiliadora, los días 29,30 y 31 de mayo, organizado por el antiguo alumno salesiano Presbítero [secular] D. Francisco Jiménez-Alfaro, Cura encargado de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Palma. Fue llamado para predicarlo el sacerdote salesiano Rvdo. Sr. D. Francisco Fernández García. El Triduo resultó sencillamente grandioso".

Durante más de 80 años, María Auxiliadora sigue bendiciendo y protegiendo a todos los algecireños.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios