Hace un mes, el IES San Blas de Aracena suspendía las clases tras inundarse el centro por las fuertes lluvias. En concreto, tal y como confirmaba a este periódico la jefa de estudios, Lara Olivares, la tromba de agua afectó a dos módulos de este gran centro educativo con cinco edificios. "Durante todo el día se hicieron trabajos para limpiar y reparar el daño ocasionado por el temporal", explicaba Olivares. Sin embargo, no es la primera vez que este tipo de incidentes ocurre en el instituto, especialmente cuando llega el mal tiempo. 

La comunidad educativa lleva años luchando por conseguir mejoras en un centro "profundamente deteriorado" que ya no es capaz de albergar a sus alumnos porque, dice el profesorado, "literalmente se viene abajo". 

Carmen Morago, directora del IES cuenta a Huelva Información que con las lluvias se han tenido que desalojar a más de 200 alumnos porque no podían dar clases en las aulas que ocupaban. "Tenemos cinco edificios con clases y el más grande es el que se encuentra en peores condiciones. Hemos tenido que desalojar la parte de arriba y vaciar siete aulas de las nueve existentes. Cada clase tiene entre 30 y 32 alumnos, por lo que unos 210 estudiantes han tenido que ser evacuados tras las lluvias".

La directora afirma que "no tienen espacio suficiente y adecuado para reubicarlos, por lo que en estos momentos todos estos estudiantes de tercero y cuarto de la ESO se encuentran hacinados en otros edificios, también con goteras, junto a otros alumnos. Incluso están ocupando zonas comunes como la biblioteca".

Morago dice que las clases no son aptas para el alumnado y pide una solución urgente a la Junta de Andalucía. Desde el lunes 8 de enero escribe informes diarios explicando la situación de manera detallada a la Delegación de Desarrollo Educativo en Huelva, para conseguir que esto se solucione cuanto antes. Han solicitado clases prefabricadas pero, dice, desde la Delegación aseguran que estas requieren un tiempo y de momento siguen sin fecha.

Todo esto está provocando la ansiedad del equipo directivo y la preocupación, cada vez mayor, de las familias del centro. El gran problema, además de que el IES debe ser reformado y arreglado, es saber qué harán a partir de ahora con todos esos alumnos que se han quedado sin espacio para recibir sus clases.

Indignación de las familias

Hace tan solo unas horas, tras el paso de la nueva borrasca por la provincia de Huelva, los daños se han vuelto a hacer más que evidentes en el centro de estudios. Una situación que denuncian los padres a través de cartas a este mismo periódico y por las redes sociales.

"Bueno, después de venir mi hijo a casa contándome que está con miedo en clase porque no se siente seguro, ya que el IES san Blas de Aracena se está cayendo... ¿Cómo puede ser posible? ¿Qué pasa si resulta alguien accidentado? ¿A quien le pedimos responsabilidad?", denunciaba Yolanda en Facebook.

Igualmente, Chema, un padre desesperado de alumnos del centro, escribía a Huelva Información esta mañana para enviar imágenes de cómo se encuentra en instituto actualmente. 

"Me pongo en contacto con ustedes para que hagan ver la situación en la que se encuentran las instalaciones del IES San Blas de Aracena, donde se han visto obligados a desalojar algunas aulas por motivos de seguridad, pese a que los peritos enviados por la Delegación de Desarrollo Educativo no quisieron mojarse sobre el asunto y aún así, tampoco quisieron cogerse los dedos y tampoco dejaron nada por escrito".

Afirma que "las instalaciones se caen, literalmente, unas instalaciones decrépitas que se vieron seriamente afectadas por los últimos temporales. Ojalá puedan ayudarnos a sacar a la luz un tema en el que está en juego la seguridad y la salud de nuestros propios hijos".

Un aula del IES San Blas

Este padre asegura que desde el IES San Blas de Aracena se lleva tanto tiempo pidiendo inversiones para adecentar "un centro que se cae a pedazos", que algunos de los que fueron sus estudiantes "ya pueden viajar con el Imserso".

Una situación que, dice, se agravó con el inicio del año y las últimas lluvias. Lamenta que los problemas de mantenimiento en sus instalaciones ya amenacen a la integridad de sus alumnos y docentes. Ya en el inicio del curso escolar se reivindicó entre otras cosas la necesidad de inversiones para adecentar unas instalaciones "antiguas y deficientes". Sin embargo, "nadie atendió a las peticiones del equipo directivo".

Confiesa que recién comenzado el segundo trimestre, el centro se vio obligado a desalojar casi todas las aulas de un edificio por el riesgo de derrumbe de sus techos, pese a la visita de los técnicos enviados por la Delegación de Desarrollo Educativo que, "no dejaron ningún informe por escrito acerca de la seguridad de las aulas (me gustaría saber qué hubieran dicho si fueran sus propios hijos los que tuvieran que pasar seis horas al día bajo esos techos de excayola húmeda)".

"Sr. Moreno Bonilla, preocúpese porque a mi hijo no se le caiga el techo del aula encima"

Cuenta Chema que las aulas se caen a pedazos, una tras otra, y "hoy ha tenido que ser evacuada otro aula por el temor a que sus techos se desprendieran sobre alumnos y docentes".Lamenta que "la única propuesta ofertada desde Delegación ha sido la colocación de aulas provisionales, las tristemente conocidas como “caracolas”, cuando estas estuvieran disponibles, que pueden ser dentro de unas semanas o de varios meses".

Como padre de alumnos, "quito pensar que mis hijos no se juegan la vida cada vez que acuden a clase. Y yo, como trabajador andaluz, quiero pensar que mis impuestos se destinan a dignificar los centros educativos".

Este padre, en nombre de muchos otros, hace un llamamiento al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, "para cambiar los techos de algunos edificios del IES San Blas en Aracena. Porque no es de derecho que un padre se vuelva con preocupación después de dejar a su hijo en un centro educativo público. Pues eso, Sr. Moreno Bonilla, preocúpese porque a mi hijo no se le caiga el techo del aula encima".