División de opiniones. Los sevillanos han mostrado en la mañana de este jueves su parecer sobre la exhumación de Queipo de Llano y Francisco Bohórquez de la basílica de la Macarena. Los restos de los generales franquistas han abandonado el templo macareno, donde llevaban enterrados más de 50 años, en la madrugada. La corporación, cuyo hermano mayor es José Antonio Fernández Cabrero, ha dado así cumplimiento a las disposiciones de la nueva ley de Memoria Democrática, aprobada recientemente en el Congreso de los Diputados.

Tras completarse la exhumación, las reacciones políticas no se han hecho esperar. La mayoría apoyando la salida de la Macarena, aunque Vox, por ejemplo, ha arremetido contra la hermandad por plegarse a las exigencias del Gobierno. El alcalde Sevilla, por su parte, ha aseverado que con la exhumación se cierra un capítulo negro.

Más allá de las opiniones políticas, en la calle existe cierta indiferencia sobre la exhumación. La mayoría de las personas que acudían por la mañana a la basílica se mostraban ajenas y decían no tener una opinión. "Sólo venimos a rezarle a la Virgen de la Esperanza", señalaban muchos de los fieles.

Entre las personas a las que este periódico preguntó había opiniones diversas. Desde lo que aseguraban que había que dejar a los muertos en paz y no juzgar la historia con los ojos de hoy; a los que aplaudían una media que había llegado tarde y que se había realizado de manera poco visible.