Málaga

Viaje en tren frustrado a Madrid: dice que no le dejaron embarcar la bicicleta

Un tren de Iryo en la estación María Zambrano de Málaga.

Un tren de Iryo en la estación María Zambrano de Málaga. / Javier Albiñana

Julián Serrano esperaba volver a Madrid con su bicicleta empaquetada como marca la normativa desde su Málaga natal después del fin de semana, pero en la estación de María Zambrano se encontró con la negativa una vez comprobaron su billete y mostró su bicicleta en la bolsa. Finalmente no pudo subir al tren de alta velocidad de Iryo de vuelta a la capital.

Es tras comprobar el billete cuando difieren las dos versiones de lo sucedido y que desembocó en no permitir el acceso de Serrano, ingeniero que trabaja como comercial en Madrid, al tren de las 18:45 de este lunes. El joven asegura que fue él mismo el que indicó que portaba una bicicleta y preguntó a la trabajadora de la empresa dónde debía dejarla, de la misma manera que lo hizo, con la misma empresa, en el viaje desde Madrid. 

Continúa Serrano asegurando que la negativa de la asistenta que controlaba el acceso fue absoluta, "con la bicicleta no puedes subir", afirma que le trasladó. A esto, asegura, él respondió que cumplía con la normativa del Ministerio de Transportes y de la propia empresa y que iba a acceder al tren y se dirigió al vagón número 7, donde estaba su asiento. 

Bicicleta de Julián Serrano empaquetada en una bolsa de transporte. Bicicleta de Julián Serrano empaquetada en una bolsa de transporte.

Bicicleta de Julián Serrano empaquetada en una bolsa de transporte. / M. H.

Desde Iryo aseguran que la negativa no fue tal, sino que le pidieron que se mantuviera a un lado mientras estudiaban cuál era el lugar seguro para dejarlo, si es que existía dentro del tren, "cumpliendo con la normativa europea". En ese momento, Serrano, según la versión de la compañía, se saltó esta petición "no esperó y forzó el embarque". El viajero niega que en ningún momento le pidiesen esperar a un lado, "lo habría hecho, lo único que quería era volver, la asistenta me dijo que con la bicicleta no pasaba". 

La normativa europea, alega Iryo, permite "restringir el acceso de bicicletas por razones de capacidad y esa es la verificación que se iba a hacer, buscando una ubicación segura". Es cuando fuerza el embarque, cuando Serrano es conminado a dejar el andén y bajarse del tren. El viajero reconoce haber hecho caso omiso a la indicación de no pasar, pero sostiene que en ningún momento le pidieron que aguardara a una comprobación. 

Ya en el andén, las versiones vuelven a coincidir al asegurar empresa y viajero que comenzó una discusión entre Serrano y los asistentes, momento en que "la compañía tuvo que llamar a la policía que procedió a su desembarco del tren”, aseguran desde Iryo. 

Serrano afirma que los agentes le dieron la razón en lo que a la bicicleta respecta, pero que le habían tachado de "pasajero conflictivo", por lo que su equipaje ya no era el motivo por el que no podía acceder al tren. También asegura que desde la empresa le hicieron responsable de los 15 minutos de retraso que acabó teniendo el tren.

Finalmente, Serrano deberá volver este martes a Madrid, ya que "no había manera de viajar en otro tren, no había disponibilidad". Tenía que trabajar en la capital, pero ha podido hacerlo telemáticamente, "menos mal que hoy no tenía que reunirme con ningún cliente". Eso sí, no será en Iryo, "no me fío, vuelvo en Renfe". 

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