En esta especie de misión imposible maratoniana en la que se ha embarcado este político con mentalidad de esprínter, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno en las elecciones del 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, cubrió ayer una nueva etapa al adelantar a los diputados y senadores del PSOE las líneas maestras -creación de empleo, economía sana y competitiva, igualdad de oportunidades, defensa del Estado de bienestar y mejora de la democracia- del documento marco que los socialistas debatirán del 30 de septiembre al 2 de octubre en una Conferencia Política alejada del "ilusionismo programático" del PP. En Sanidad, defendió un "modelo completo" que evite el copago, y en reformas energéticas, apostó por cierre paulatino de las centrales nucleares.

En este contexto, el candidato socialista adelantó que el PSOE dirá "lo que queremos hacer y cómo lo vamos a financiar", y previno contra las promesas del Partido Popular, que "está proponiendo bajar los impuestos y mantener los gastos sociales". "Yo os aseguro que eso no es posible. Que quien dice eso no está diciendo la verdad", sentenció.

Además, Pérez Rubalcaba defendió su propuesta para implantar un nuevo impuesto a las grandes fortunas y a los bancos, y replicó al PP. "Aquí la derecha política dice no, no, no. Que no paguen más impuestos. Es bien peculiar. Y por eso le quiero decir al señor Rajoy que no se equivoque: que los que necesitan protección no son los más ricos, sino justamente los que menos tienen", explicó entre los aplausos.

En materia de empleo, el todavía diputado gaditano apostó por aplicar "hasta el final" las reformas laborales aprobadas por el Gobierno socialista, y fijó como objetivo prioritario lanzar programas específicos para los distintos colectivos con dificultades (jóvenes, titulados sin experiencia, etc.).

Para pagar estas iniciativas con dinero público, insistió en su propuesta de crear nuevos gravámenes; un impuesto para grandes patrimonios y otros sobre los beneficios de los bancos "cuando acaben su reestructuración".

Centrado en los ejes de la Conferencia Política, en el apartado de "una economía sana y competitiva", Pérez Rubalcaba abogó por llevar a cabo la reforma energética, y apostó como parte de ella por el cierre paulatino de las centrales nucleares, siguiendo los pasos de Alemania.

En igualdad de oportunidades y defensa del Estado de bienestar, el candidato socialista defendió la enseñanza pública, y criticó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, por sus ataques a los profesores. "Pensar que un profesor trabaja sólo 18 horas a la semana es como pensar que Casillas trabaja sólo 90 minutos a la semana, y sobre todo, no se puede ser contradictorio; no se puede reclamar autoridad para los profesores y dejar caer subliminalmente que son vagos", agregó.

En cuanto a la Sanidad, señaló que la Conferencia Política establecerá un "modelo completo" que evite el copago y "huya de pseudoprivatizaciones que son pan para hoy y hambre para mañana". "Si ganamos las elecciones, habrá dinero para que la sanidad pública sea mantenga como está: gratuita y universal".

En cuanto a la mejora del sistema político, el cántabro expresó sus preferencias por el sistema alemán de representación, y anunció que si el PSOE gana las elecciones, las dos primeras leyes que irán al Parlamento serán la de Igualdad de Trato y la del Derecho a Morir Dignamente.

Pese a que las encuestas le vaticinan un sonado fracaso electoral, Pérez Rubalcaba dijo a los diputados y senadores de su partido que "vamos a ganar en trabajo, en esfuerzo, en rigor, en propuestas, en ilusión; en todo eso vamos a ganar, y el resto lo pondrán los ciudadanos".

El candidato socialista tiene previsto llevar mañana y pasado mañana su intensa precampaña electoral a Sevilla y a Granada.