Juan José Blanco | Presidente de la Cruz Roja

“Los voluntarios fueron el colchón que pararón el enorme golpe de la crisis”

–Lleva 30 años en la Cruz Roja. ¿Cómo ha notado los efectos de la crisis económica?

–Hubo un momento de ruptura total, en la que se notó muchísimo. Se vino abajo el sistema. Gracias al tercer sector, a los voluntarios se sostuvo la situación lo suficiente para poder alcanzar el rebote hacia arriba de la economía y fueron el gran colchón que pararon el golpe. Había una situación de desesperación. La marginalidad se salió de sus límites y llegó al centro de la ciudad y había que detectar los casos para que, simplemente, no se murieran de hambre en sus casas. Afortunadamente ahora las cosas son distintas. Cruz Roja mantiene el número de casos, pero porque ha ampliado sus ámbitos de actuación. La lucha contra la pobreza se dispuso como actividad básica en aquellos días.

–¿Qué es lo más tremendo que has visto? Ahora tenemos el drama de los refugiados, aquellos que vienen porque en su casa hay una guerra.

–En Huelva no tanto, porque tenemos la desventaja de ser periféricos y la ventaja de serlo, al mismo tiempo. Esas oleadas no han llegado. Sí atendemos a algunos refugiados en puntos de atención donde se les proporciona todo lo que podemos, pero sin nada grave que atender, afortunadamente. Ojalá sigamos así durante otros 30 años.

–La labor que llevan a cabo con las personas que duermen en la calle es impresionante.

–Ese es el voluntariado de cuerpo a cuerpo que hacen un trabajo inmenso.

–La crisis ha sacado cosas de nosotros que no sabíamos que teníamos.

–En chino crisis significa oportunidad. Te reencuentras con valores que no sabías que tenías dentro y que estaban dormidos por la comodidad del momento. Cuando vez que hay necesidad y ves que tienes una oportunidad de colaborar, lo haces y das lo mejor de ti mismo. El voluntariado no está remunerado económicamente, pero sí en satisfacción de poder ayudar a los demás. Te vas a la cama con una enorme tranquilidad después de haber visto situaciones terribles, pero incluso al arrancar una sonrisa de alguno de ellos.

–Ojalá no se nos olvide eso, digo el mirar por el otro y que volvamos al egoísmo.

–Somos egoístas por nuestro componente animal y velamos por nuestros intereses. Se supera con los otros valores que son ayudar, amar, querer y ser útiles a la sociedad. Muchas veces se nos olvida que es más fácil hacer las cosas bien. En principio no tienes que repetirlas.

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