El Ayuntamiento de Algeciras se compromete a corregir la concentración de servicios sociales en La Caridad

El presidente de la Asociación de Vecinos denunció en una carta la acumulación de recursos en esta zona de la ciudad

“La solidaridad no puede concentrarse en una misma zona”: el grito vecinal del barrio de La Caridad de Algeciras

La calle TArifa, en el barrio de La Caridad.
La calle TArifa, en el barrio de La Caridad. / Erasmo Fenoy

El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, se ha comprometido con los vecinos del barrio de La Caridad a corregir la concentración de servicios sociales en esta zona de la ciudad después de que Antonio Jarillo, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio del Carmen, llamase la atención sobre la acumulación de este tipo recursos en un mismo entorno.

Durante la reunión, en la que participaron los responsables de los cuerpos de seguridad, varios concejales y representantes de asociaciones vecinales y de las ONG que atienden en el barrio, se puso de relieve la importancia de seguir atendiendo a las personas en situación de vulnerabilidad, pero desde un enfoque más equilibrado. Los asistentes coincidieron en que no es conveniente concentrar todos los recursos y servicios de ayuda en una única zona. "El barrio necesita un respiro, y para ello se subrayó la necesidad de diversificar los puntos de atención social, evitando la sobrecarga de un solo entorno y favoreciendo una respuesta más eficaz", señala el Ayuntamiento en una nota.

“El objetivo es garantizar la mejor atención posible a quienes lo necesitan, sin descuidar el bienestar de los vecinos del barrio. Debemos trabajar juntos para lograr un modelo más justo, donde todos sumemos y esta atención esté mejor distribuida”, afirmó el alcalde tras el encuentro.

La reunión para buscar soluciones para el barrio de La Caridad.
La reunión para buscar soluciones para el barrio de La Caridad. / E. S.

El Consistorio señala que los participantes coincidieron en seguir caminando en esta línea de colaboración y análisis profundo, destacando el valor de estos encuentros para comprender la realidad del barrio y construir soluciones conjuntas. En los próximos días se convocará una nueva reunión para seguir incorporando ideas y propuestas. Una de las herramientas a aplicar para encontrar una solución es la confección de un mapa de atención social en el que figuren todos los recursos y entidades que trabajan en la zona, especialmente a través de la aplicación de programas financiados con fondos europeos.

Las organizaciones del tercer sector coinciden en sus planteamientos tanto con el equipo de gobierno municipal como con los vecinos del barrio de la Caridad, abogando por ese principio de equilibrio que defiende Landaluce.

En el encuentro participaron el comisario de la Policía Nacional en Algeciras, Francisco Javier López Matesanz; el superintendente jefe de la Policía Local, Ángel Gutiérrez; el teniente de alcalde delegado de Seguridad Ciudadana, Jacinto Muñoz, los ediles Paula Conesa, Jorge Juliá, Yéssica Rodríguez, María Solanes, Susana Pérez y Sabina Quiles, además de representantes de asociaciones vecinales y organizaciones sociales como Cepaim, Algeciras Acoge, Márgenes y Vínculos, Cruz Blanca, Betania, Asociación de Comercio Tradicional y Mercado de Abastos y Mohamed El-Mkaddem, segundo imán de la mezquita Al-Houda.

Demanda vecinal

Antonio Jarillo, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio del Carmen, alzó la voz en nombre de una zona que, dice, ha sido siempre hospitalaria. “Aquí siempre ha habido vecinos dispuestos a ayudar. Nunca nos ha costado convivir con entidades que apoyan a personas en situación de exclusión social. Sabemos que nadie está libre de pasar por un mal momento y creemos profundamente en la solidaridad”, señalaba en una carta dirigida a las administraciones y entidades sociales que operan en la ciudad.

Pero lo que comenzó como una respuesta empática a las necesidades de los más vulnerables, se ha transformado, con el paso de los años, en lo que Jarillo define como “una acumulación excesiva de recursos sociales en una sola zona”. En su opinión, esta concentración ha provocado un aumento visible de personas sin hogar o en riesgo de exclusión, muchas de las cuales, asegura, “ni siquiera son del barrio”, sino que llegan atraídas por la presencia de servicios sociales y ONG.

El efecto, según explica, se percibe cada día: “Hay personas durmiendo en portales y bancos, deambulando por las calles, y en algunos casos se generan situaciones de inseguridad que afectan a la convivencia y al día a día de los vecinos y los comercios”. A este deterioro se suma la sensación de abandono institucional. “Las actuaciones llevadas a cabo hasta ahora han sido pocas y claramente insuficientes. La situación, lejos de mejorar, empeora”, lamenta.

La carta no es un rechazo a la ayuda, sino una llamada a la planificación. “No estamos en contra de ayudar. Todo lo contrario. Pero pedimos que la ayuda se organice con sentido común, pensando también en quienes vivimos aquí. No se puede concentrar la exclusión en un solo barrio sin un plan real de integración ni medidas que faciliten la convivencia”, subraya Jarillo.

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