La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

¡Cambio de rumbo en las Atarazanas de Sevilla!

Todo apunta a que los antiguos astilleros acogerán en año y medio un gran centro de arte contemporáneo El Archivo de Indias tendrá una tienda La ausencia de don Juan José Asenjo

Una visita a la obra de rehabilitación de las Atarazanas.

Una visita a la obra de rehabilitación de las Atarazanas. / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

Se trabaja en armonía por todas las partes con competencias en el asunto. El objetivo es claro y consiste en un cambio sustancial de los planes previstos para el edificio que la ciudad de Sevilla trata de recuperar desde hace treinta años. Las Atarazanas acogerán un gran centro de arte contemporáneo. La Junta de Andalucía quiere aprovechar la oportunidad para que la principal oferta de este movimiento artístico no siga orillada en la Cartuja. El monasterio de Santa María de las Cuevas es un lugar noble, pero al que cuesta llegar a sevillanos y visitantes. Está muy apartado de los denominados circuitos turísticos. La estrategia se está fraguando con buenos resultados. En la última década se ha hablado mucho del abandono del inmueble, de las cotas a las que se debía excavar y hasta de alguna grieta aparecida en el edificio del Hospital de la Caridad. Casi hemos dado por hecho que el uso cultural atribuido al futuro del edificio consistiría en explicar la gran historia de la navegación. Pues no. Se ultima un giro en este objetivo, un cambio fundamental que, al menos, debería tener en cuenta el destino original del edificio (la construcción de barcos) y su vinculación con América. La apuesta legítima, fuerte y sin complejos por el arte contemporáneo no debería dejar olvidadas estas dos circunstancias por una mera cuestión de respeto a los orígenes de las Atarazanas y a la propia ciudad. Siempre se ha mantenido que en los astilleros está buena parte de la historia de Sevilla.

El espacio peatonal que se proyecta en los alrededores del edificio, la futura gran plaza pública y la oferta potente que la Junta puede ofrecer sobre arte contemporáneo no deben obviar esa historia. La apertura de las Atarazanas se debe producir en año y medio. Si se consuma este cambio en la estrategia sobre su contenido central habrá que plantear un nuevo enfoque para el actual Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. El modelo que triunfa en la capital de España, Matadero Madrid, puede servir de inspiración. El denominado Centro de Creación Contemporánea del Área de Cultura, Deportes y Turismo del Ayuntamiento de Madrid funciona con éxito desde 2006. Incluye hasta una residencia para creadores. Como su nombre indica está situado en el antiguo matadero y mercado de ganados de la ciudad, en un recinto de gran valor patrimonial y arquitectónico. ¿Les cuadra la idea de reutilizar un inmueble de alto valor histórico para el arte contemporáneo? Si la Junta lo tiene claro, que lo tiene clarísimo, la Fundación Cajasol estará gestionando estos contenidos en año y medio.

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