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La falta de gol como definición

  • Alfaro resaltó algunas de las carencias que le hicieron salir, aunque sus sustitutos no mostraron mayor virtud.

Fue uno de los culebrones del verano, más por las noticias que lo colocaban en el eterno rival que por otra cosa, pero ayer Alfaro por fin se pudo enfrentar al Sevilla. Era la primera vez que el de La Palma del Condado se podía enfrentar al club que lo formó, ya que en su estancia en Tenerife como cedido el contrato se lo prohibía, y a punto estuvo de amargarle la noche a los que decidieron prescindir de él.

En el Sevilla, con Manu del Moral como referencia, las bajas situaron a Armenteros en la banda izquierda y a Trochowski por detrás del punta, el puesto que quizás hubiera ocupado Alfaro de seguir en Nervión, su verdadera posición en realidad y no la banda derecha en la que algunos entrenadores se encargaron de aburrirlo.

Pero si algo provocó la salida de Alfaro del Sevilla fue su poca participación en el juego. Y en Mallorca parece no haber corregido este punto, ya que durante la primera media hora deambuló por la zona de ataque, cayendo constantemente en el círculo de acción de Medel. A esto hay que añadir la intensa lluvia que castigó a los futbolistas en la primera mitad, dificultando aún más el juego.

Mientras tanto, Trochowski y Armenteros tampoco fueron protagonistas. Al contrario, mientras que lo más reseñable del alemán fue un pase al hueco que encontró a Jesús Navas pero que el palaciego no aprovechó al centrar con una potencia desmedida y una colocación paupérrima, Armenteros se empeñaba en hacerlo todo mal, tanto en ataque como en defensa, donde sus ayudas a Fernando Navarro fueron escasas.

La tormenta amainó en la segunda mitad, y ahí fue donde Alfaro destapó el tarro de sus virtudes y sus carencias. Porque el canterano sevillista tuvo tres ocasiones claras para haber marcado, pero, sin embargo, ninguna de ellas terminó dentro de la portería de Javi Varas. A los dos minutos después de la reanudación, su desmarque en el segundo palo fue tapado bien por Medel, evitando un remate franco y en los minutos 64 y 67 dos balones en el área pequeña acabaron por encima de la portería y en los guantes de Javi Varas, respectivamente. Si a la virtud del oportunismo se le quita la imprescindible guinda del gol, ocurre lo que le ocurrió a Alfaro en la noche de ayer.

Mientras tanto, en la otra orilla nada de nada. Trochowski ejecutó una falta de 30 metros, demostrando que la efectividad a balón parado se le quedó olvidada en Alemania. Fue suplido por Luis Alberto, que quizás debería aprender a hacer una buena faena antes de querer salir por la Puerta del Príncipe. Alfaro dejó Sevilla para dejar paso a jugadores que elevaran su nivel, pero, por lo menos ayer, sus recambios no estuvieron a la altura.

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