El mástil

José / Villalba / Josevillalba@circulonet.com

El ahorro sale caro

HABLEMOS de los riesgos que comportan esas agresivas campañas de publicidad telefónica que, a veces, por insistencia o inoportunidad, cobran proporciones de avasallamiento. Pese a los métodos al uso, de no estar usted satisfecho, por ejemplo, con su actual proveedor de internet, puede acabar aceptando la oferta que le hacen para cambiar de operadora. Si es así, ándese con ojo. De entrada, el nuevo proveedor le podría mandar un router de cobertura tan raquítica que le obligue a desembolsos adicionales para mejorar la señal wi-fi en el emplazamiento del ordenador. Pero, dejando al margen ese caso particular, observe que para captarle como cliente su interlocutor le ofrecerá, entre otras cosas, efectuar la migración completa a la nueva empresa sin molestias para usted. Ello, además del cambio en la marcación automática, incluye la baja en la anterior operadora. ¡Ahí está el peligro! No se extrañe si unos meses después detecta que le están facturando las dos empresas. O sea que, en vez de ahorrar, paga doble. Cuando reclame, su actual operadora jurará que gestionó la baja ante Telefónica, propietaria de la línea, y se ofrecerá a mandarle un certificado con la fecha de su alta, y sólo eso: es decir, nada. Por otra parte, su anterior operadora negará tener noticias al respecto y, en un acto de amor comercial ilimitado, le seguirá considerando su cliente. Eso sí, podrá gestionar la baja a partir de ese momento, lo que supondrá unos quince días más de trámite. Y, como poco, pagará duplicados del orden de tres meses. Solución: si decide cambiar de operadora, gestione usted mismo la baja. Saldrá ganando. O perderá menos.

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