Análisis

Alberto Pérez de vargas

La parcela de Capitán Ontañón

A cambio de hacerles la plaza, les dan un espacio libre de polvo y paja en el paseo marítimoLa parcela era propiedad del Ayuntamiento y fue vendida a los de Aldía bajo el imperio socialista

Llevo tiempo pensando con inquietud en la parcela que la empresa Aldía tiene delante de los edificios promovidos por el Ayuntamiento en la avenida Capitán Ontañón. Uno de ellos que albergaría el llamado Campus Tecnológico; que no se sabe muy bien lo que es, más allá de servir de aulario y contenedor de despachos a las instalaciones en Algeciras, de la Universidad de Cádiz; y el otro a modo de centro cultural y documental. Un poco más abajo, la sufrida Escuela de Artes y Oficios Artísticos, que es como nos gusta llamarla a los de mi generación, queda separada por una calle testimonial que recuerda que hacia el fenecido paseo marítimo, estaban los llamados jardines del general, un espacio protegido por edificios militares, en el que daba gusto estar.

Del llamado campus tecnológico se habla desde hace una década y, después de algunos avatares y de una larga parálisis institucional, adquirió gerente hace más o menos un año. Que yo sepa, sigue sin tener un patronato que ordene su funcionamiento y señale sus objetivos y su destino. El potencial de la comarca es extraordinario, pero los peros son tantos que apenas puede verse el bosque. Ahí está uno de los puertos de mejor hechura del mundo y a poco que se empeñen nuestros administradores acabará siendo afectado a la baja por el desarrollo de otros de los que apenas se sabe. Como ocurre con el de Sines, una bella localidad costera del Alentejo con poco más de dieciocho mil habitantes, de cuyo puerto va a hablarse cantidad en el futuro inmediato. Lo del Tánger Med va a ser un postre ligero comparado con la pujanza del gran puerto portugués que, según todos los indicios, va a estar comunicado por tren con Madrid, y por lo tanto, con el interior de Europa mientras nuestros técnicos y políticos piensan qué hacer con la vía ferroviaria hasta Algeciras.

Lo de la parcela ya se ha despejado. Chapeau por los negociadores de Aldía. Teniendo el Ayuntamiento la sartén por el mango y el mango también (si se empeñan le hacen la vida imposible a la empresa), en lo que ha quedado el asunto es que en el 25% de la parcela se hará una placita recoleta, y lo demás para edificar a una altura que no deje los edificios públicos fuera de contexto. A cambio de hacerles la plaza a los edificios de Aldía, les dan un espacio libre de polvo y paja en el antiguo paseo marítimo. Para más inri conviene recordar que la parcela en cuestión era pública y fue vendida a los de Aldía en el año 2005, bajo el imperio socialista. Cosa fina la que tenemos, sean cuales sean las siglas.

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