Si existe una fiesta que no ha sucumbido a la desestacionalización -o sea, que se resiste a celebrar nada que no sea en su mes natural-, esa es la Navidad. Hay Carnaval de Verano y las coplas se pueden escuchar todo el año. Lo mismo ocurre con la Semana Santa, que aunque su razón de ser se ubica entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección, en cualquiera de los 365 días te puedes encontrarte un paso por la calle. Ahora bien, a nadie en su sano juicio se le ocurre escuchar 'El tamborilero' de Raphael un 15 de agosto a las cuatro de la tarde. O llevarse un domingo de playa a La Caleta de postre una tableta de turrón del duro Delaviuda. Hay festivales de Carnaval en abril, pero es inimaginable que en tan primaveral mes se celebre una zambombá. Por eso la Navidad es única y "felices fiestas" sólo puede escucharse estos días y no en Tosantos o con los Juanillos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios