Me da la sensación de que si ya nos venían echando poca cuenta en adelante vamos a caer en el olvido más absoluto. Si ya bajaban pocos recursos, en los próximos años nos van a mandar las sobras, algunos huesos para contentar a unos pocos collares. Y es que el agua siempre se destina para sofocar los incendios y, sin lugar a dudas, por allí arriba son mucho más listos que por aquí abajo. El caso es que, como se suele decir vulgarmente, vamos a tener que buscarnos las habichuelas nosotros mismos. Por eso, volver durante un fin de semana al romanticismo del siglo XIX, como es el caso en Algeciras, me parece una buena idea para distraer al pueblo, sacarlo a la calle y poner un paréntesis en el monotema. En los próximos meses vamos a escuchar mucho hablar de lo que necesitan otros y nada de lo que hace falta aquí, en la ciudad, en la comarca y en Andalucía. Porque aquí andamos sobrados de derechos y de promesas incumplidas. De eso sí.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios