Análisis

Carlos Villanueva

Gracias Forges, gracias Antonio

Mi padre era un gran lector de prensa y gracias a él descubrí, cuando apenas tenía diez años, el mundo del humor gráfico. Primero con mí querido Antonio Mingote y poco después con otro Antonio: El Forges. En el trastero de mi vecina me dediqué a recortar sus dibujos, llenándome las manos de tinta de periódico, dibujos que, como si fueran estampitas, fui guardando y aún conservo como pequeños trofeos de la infancia.

Gracias a los dos Antonios me enamoré del mundo del humor y, lo que son las cosas, acabé siendo dibujante como ellos. El tiempo me permitió conocerlos y tratarlos y así dejaron de ser Mingote y Forges y pasaron a ser simplemente Antonio.

El Forges que descubrí empezaba a dar el salto en las páginas de Informaciones. Allí terminó de evolucionar su estilo para acabar siendo esa imagen que todos reconocemos a día de hoy. La irrupción de Antonio, junto con la El Perich en Cataluña, marca un cambio radical en lo que hasta entonces era el humor en prensa. De un lado ambos dan una frescura a lo que se estaba haciendo hasta la fecha; pero de otro, fundamentalmente Forges, le da un sitio y revaloriza la figura del dibujante como no se había hecho hasta entonces.

El dibujo de humor deja de ser un relleno en prensa. Él, que alcanza un gran éxito con su humor fresco, ingenioso y diferente, consigue que el humorista sea reconocido y que se le pague su trabajo como merece. Son los años de Hermano Lobo, Por Favor y sobre todo de El libro de Forges, que obtiene unas ventas desconocidas hasta entonces y que incorporaba, como atractivo, El juego del Ministreibol.

Tuve la suerte de conocerlo personalmente en San Roque cuando Andrés Vázquez de Sola (otro grande) trató de crear el Museo del Humor, y desde entonces nació una amistad que durará siempre.

Pero por encima de su obra, de la capacidad de abrir el humor para todo (La Constitución, La Historia de Aquí, Forrenta años…) Antonio era una gran persona que, en lo posible, trataba de defender y denunciar las injusticias. Su defensa de la mujer trabajadora, su lucha para que las grandes catástrofes no cayeran en el olvido o, últimamente, el apoyo a los artistas jubilados para que pudieran seguir creando sin sufrir el feroz ataque de Hacienda, lo mantenía en pie de lucha.

Gracias a su amistad vino a Algeciras cuando cumplió 30 años de profesión y nos ofreció una muestra de su trabajo y una divertidísima charla usando su vocabulario tan especial, y las palabras que inventaba y que han terminado siendo de uso público.

En Algeciras me rompió el corazón y me demostró que los grandes artistas en ocasiones son sobretodo grandes personas. Les narro una anécdota personal ahora que lamentablemente no me puede escuchar y reprocharme que se la cuente. Tras su visita a la fundación José Luis Cano nos fuimos a cenar. Antonio no había cobrado nada por venir a Algeciras, tan solo las dietas que cubrían el viaje, el hotel y la comida. Tras la cena fui a invitarle y el se negó. Habíamos hablado de la proximidad del Salón del Cómic de Barcelona y le comenté que nunca había ido a visitarlo. Cuando nos despedíamos en las puertas del hotel Octavio, sacó el sobre con la cantidad que le habían dado en pago de las dietas y me lo dio al tiempo que me decía: "Toma y este año te vas al Salón del Cómic". Y ese año fui.

He tenido la suerte de compartir con Antonio muchos momentos, el último cuando hace poco más de un año recibió de manos de su majestad Felipe VI el Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alcalá de Henares, y he disfrutado de su conversación, de su sentido del humor y, sobre todo, de su amistad.

Un día me envió un dibujo que le pedí y me mandó una pequeña nota que decía: "Sabes Carlos, entre hombres no se dice, pero yo te quiero". Y firmó: Antonio. Me he sentido querido y por eso cuando esta mañana al sonar la radio me enteré de su marcha, el corazón me dio un vuelco, y se me partió.

Hay días que mejor no levantarse. Te quiero, Antonio.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios