La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Rebuznando contra Machado

Último rebuzno catalán: Machado, Goya, Larra, Lope, Quevedo o Góngora representan un modelo seudo-cultural franquista

Un historiador local de Sabadell llamado Josep Abad, siguiendo las indicaciones de la concejal de Cultura Montserrat Chacón, ha propuesto que se retiren del callejero los nombres de Antonio Machado, Goya, Góngora, Quevedo, Larra o Lope de Vega por considerarlos "excesos" de un "modelo seudo-cultural franquista". Se trata de "adecuarlo a la realidad sabadellense, catalana y mundial" deshaciéndose "de las últimas rémoras de un nomenclátor que era una herramienta de propaganda franquista y castellanista-españolista".

¿Es posible que un historiador y una concejala de Cultura puedan proponer y amparar este dislate, se preguntarán? Sí, si el historiador es independentista, la concejala de ERC, el alcalde de la CUP y el Ayuntamiento está gobernado por un frito variado de extrema izquierda integrado por ERC y Unitat pel Canvi, Crida per Sabadell y Guanyem en las que se integran Podem, ICV, Esquerra Unida y la CUP. ¡Ah!, dirán ustedes. Entonces todo está claro. En manos de esta gente la historia es manipulación y la cultura, propaganda.

Sólo una pandilla de vacaburros puede considerar a Machado, Goya, Larra, Lope de Vega, Quevedo o Góngora representantes de un modelo seudo-cultural franquista y "hostil a la lengua, cultura y nación catalanas". Sólo una mala bestia puede pedir que se borre el nombre de Machado del callejero por considerar que -y cito literalmente el informe del istoriador (hay que quitarle la hache para ponerse a su altura analfabeta)- "bajo la aureola republicana y progresista con que se ha revestido su figura, hay una trayectoria españolista y anticatalanista".

Del espíritu franquista en este país sólo sobreviven los nacionalistas radicales vascos y catalanes. En mayo de 1938, Machado huyó de los franquistas tras la caída de Valencia refugiándose -mira por dónde- en Barcelona y en enero de 1939 tuvo que huir a Francia en las penosas condiciones conocidas, con su anciana madre preguntándole si faltaba mucho para llegar a Sevilla, para expirar ambos en Colliure un mes más tarde, Antonio el 22 de febrero y su madre el 25. No contento con esto, el franquismo lo expulsó en 1941 del cuerpo de catedráticos de instituto. Ni la muerte lo liberó de la depuración. 76 años después ERC, la CUP, los Verdes, los comunistas de EU y los podemitas de Sabadell quieren volver a depurarlo, esta vez del callejero. Asco me dan.

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