10º aniversario del 11-s

Obama y Bush cierran el círculo del 11-S

  • Los presidentes caminan juntos por la zona cero para recordar a las víctimas de los atentados que abrieron una era mundial. Dos minutos de silencio han enmudecido Nueva York.

Sendos minutos de silencio en cada uno de los momentos clave de los atentados del 11 de septiembre de 2001, lectura solemne de los nombres de las casi 3.000 víctimas, homenajes serenos pero firmes: todo Estados Unidos ha recordado el décimo aniversario de los peores ataques de su historia prometiendo que "nunca más" permitirá que algo así suceda en su territorio.

Una de las imágenes que seguramente más quedará en las retinas de este día son las de los presidentes Barack Obama y George W. Bush caminando juntos, acompañados de sus esposas, por la zona cero de Nueva York que más simboliza la devastación física, personal y psicológica que provocó el 11-S y el cambio en la historia que supuso para todo el planeta. Con esta imagen se cerraba en cierto modo un círculo comenzado justo una década antes, cuando los dos primeros aviones de pasajeros secuestrados por terroristas de Al Qaeda se estrellaban contra las Torres Gemelas de Nueva York, símbolo de lo que para muchos encarna Estados Unidos.

El mandatario que en aquellos momentos sufría los ataques y reaccionaría poco después iniciando las ofensivas de Afganistán primero, e Iraq después, en la denominada guerra contra el terrorismo, caminaba codo con codo, aunque sin conversar grandemente, junto con el presidente que una década más tarde logró la muerte del líder de Al Qaida, Osama ben Laden. Y que trata de poner fin a unos conflictos bélicos ordenados por su predecesor en el marco de una nueva estrategia política que, sin embargo, mantiene firme la intención de "desbaratar y aniquilar" a la principal red terrorista internacional.

El diario The New York Times se hizo eco de inmediato de las diferencias.  "El escenario era llamativo", sostuvo en su página web. "El presidente que se pasó años cazando a Ben Laden junto al que finalmente lo cazó. El presidente definido por su respuesta al 11-S junto al que ha tratado de llevar a Estados Unidos más allá del persistente y complicado legado de aquel día".

Es la primera vez que ambos presidentes acuden juntos a la zona cero. En mayo, Bush había declinado la invitación de Obama de acompañarlo a este símbolo del 11-S cuando fue tras anunciar la muerte de Ben Laden. Es más, según la Casa Blanca, ambos no habían vuelto a comparecer juntos desde un acto conjunto en enero del año pasado tras el devastador terremoto de Haití. Y es que no se trata, según dejó claro la Casa Blanca, de hacer política, sino de mostrar un frente unido como país durante el recuerdo de la mayor catástrofe en su territorio que ha sufrido en su historia más reciente.

Homenaje a los pasajeros del United Airlines

Después tanto Obama como Bush se han desplazado a, Pensilvania, junto con el vicepresidente Joe Biden y el ex presidente Bill Clinton, para rendir homenaje a los pasajeros del vuelo 93 de United Airlines, el cuarto de los aviones secuestrado el 11 de septiembre de 2001, que gracias a su rebelión y su acto patriótico impidieron que los terroristas empotraran el aparato contra su objetivo. 

Desde Shankville, donde se estrelló el avión, el expresidente ha señalado que "con su valiente decisión lanzaron la primera contraofensiva de la guerra contra el terror". En un emotivo discurso recordó que "lo ocurrido sobre este campo de Pensilvania es uno de los hitos más valerosos de la historia americana". El discurso de Bush ha estado plagado de anécdotas sobre la unidad que se vivió en los momentos posteriores a los atentados, pero también se ha referido al intenso debate político que ha marcado los años posteriores al 11-S. 

"Los americanos nunca nos habíamos definido por nuestros desacuerdos . Sean cuales sean los desafíos que nos guarda el futuro, nunca debemos permitir que nuestras diferencias deriven en divisiones", ha advertido.

or último, ha señalado que lo ocurrido demuestra que lo que ocurre en otros países tiene consecuencias en las calles de Estados Unidos. Una vez acabado ha sido despedido con una gran ovación.

"Las heridas siguen presentes"

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Desde el Pentágono, símbolo del orgullo y poderío militar estadounidense pero que hace diez años también fue atacado con un avión secuestrado y dirigido contra su edificio, se afirmaba en este sentido que Estados Unidos no olvidará jamás la afrenta.  "Diez años después, las heridas siguen presentes, las emociones siguen vivas", sostuvo un emocionado secretario de Defensa, Leon Panetta, al comenzar los homenajes en el Memorial del Pentágono.

Según el nuevo jefe del Pentágono, aquella mañana del 11 de septiembre de 2001 fue "un momento definitorio para todos los estadounidenses".  "Fuimos desafiados por Al Qaeda y su vicioso odio, trataron de debilitarnos y en vez de ello nos hicieron más fuertes", sostuvo Panetta, según el cual los atentados sólo sirvieron para "reafirmar" los valores de libertad y tolerancia que, diez años más tarde, "son reafirmados", agregó. "Prometemos nunca olvidar al enemigo que hizo que esto sucediera, por qué los combatimos y por qué nunca dejaremos de luchar contra ellos para asegurarnos de que lo sucedió aquí, en Nueva York y en ese campo en Pennsylvania nunca vuelve a ocurrir", sostuvo.

"Al Qaeda y Ben laden nunca imaginaron el gigante durmiente que estaban a punto de despertar" aquel 11-S, destacó entretanto Joe Biden, quien prometió que el país "no va a detenerse hasta que Al Qaeda no sea sólo desbaratada, sino que esté totalmente desmantelada y finalmente destruida".

Falsa alarma sin incidencias

  Las autoridades aeroportuarias de Dulles, en Washington, han levantado la alerta por la detección de un paquete sospechoso en la bodega de un avión, sin embargo según ha confirmado un responsable de las fuerzas de seguridad norteamericanas, todo estaba en orden.

 Las autoridades estadounidenses desconocen todavía el paradero de los tres presuntos terroristas que tienen planeado atentar en Nueva York o en Washington. Dos de los tres individuos son de nacionalidad americana pero de descendencia árabe y, durante la semana pasada, estuvieron viajando por todo el país, según ha confirmado fuentes del Gobierno norteamericano.

Al respecto, Biden no ha descartado que el país sufra el ataque de "un lobo solitario", sin embargo ha insistido en que EE.UU. a día de hoy, es un país más seguro que hace una década. "Siempre hay una posibilidad de que ocurra un incidente", ha declarado a la citada cadena.   "Pero no creo que haya alguien capaz ahora de poner en práctica una operación de tal extrema complejidad como la que tuvo lugar el 11 de septiembre de 2001", ha matizado seguidamente

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