Conflicto en la verja

Rajoy y Cameron contactan pero no consiguen acercar posturas

  • España pide un diálogo bilateral sobre las últimas acciones del Peñón pero Reino Unido cierra la puerta a esa opción Londres dice que Madrid rebajará los controles pero estos se intensifican

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le trasladó ayer por teléfono al primer ministro británico, David Cameron, que las relaciones entre ambos países y los conflictos deben solucionarse con "honestidad" y le expresó que las últimas acciones unilaterales de Gibraltar son "inaceptables", en referencia al lanzamiento de bloques de hormigón al mar para crear arrecifes artificiales y su repercusión sobre un caladero utilizado por pescadores españoles.

En la conversación, que duró diez minutos y que se produjo a iniciativa del primer ministro británico, Rajoy subrayó que España y el Reino Unido son países "socios, amigos y aliados", por lo que "los conflictos que surjan entre ambos se tendrían que gestionar con honestidad y transparencia, en un diálogo bilateral enmarcado dentro del respeto a la legalidad internacional".

El presidente del Gobierno reiteró a Cameron, según un comunicado del Ejecutivo, su voluntad de buscar cuanto antes una solución a la actual situación generada por las autoridades de Gibraltar, "que ha producido en España un profundo malestar y una gran preocupación al perjudicar el medio ambiente y la actividad pesquera". Ambos mandatarios acordaron que los ministros de Exteriores entablen "inmediatamente" conversaciones para tratar las diferencias.

Respecto a los controles en la Verja, el presidente explicó a su homólogo que obedecen "al cumplimiento de una obligación para evitar tráficos ilícitos en la zona. Las medidas adoptadas se adecuan perfectamente al código de fronteras Schengen, guiándose exclusivamente por los principios de aleatoriedad, proporcionalidad y no discriminación".

Por su parte, Cameron calificó de "constructiva" la conversación con Rajoy, al que recalcó que la posición de Londres sobre la soberanía "no cambiará. Dejé clara mi preocupación sobre Gibraltar y que nuestra posición sobre la soberanía no cambiará", dijo en una red social.

Según Moncloa, la conversación tuvo lugar a las 10:15 horas, justo cuando los accesos a Gibraltar en coche empezaban a tornarse complicados debido a la intensificación de los controles. Hubo retenciones de varias horas. Ya por la tarde, la jornada fue tranquila.

Precisamente sobre las retenciones, el Gobierno británico, que reiteró que "no entrará en un diálogo bilateral en cuestiones de soberanía o asuntos sobre los que Gibraltar tenga competencia constitucional", aseveró ayer que Mariano Rajoy se había comprometido con Cameron "a rebajar las medidas" en la Verja, aunque este extremo en ningún caso fue mencionado por el Gobierno español en sus pronunciamientos de ayer.

David Cameron agregó que este asunto "no debería dañar las relaciones bilaterales entre los países", si bien reconoció que existe "un riesgo real" de que ésto ocurra si la situación no mejora en la Verja.

Tras la conversación telefónica entre ambos mandatarios, los contactos entre el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Foreign Office comenzaron ayer mismo. Ambos organismos emitieron comunicados de prensa que, al igual que las declaraciones realizadas por Rajoy y Cameron, ofrecieron versiones contradictorias.

Así, el MAEC indicó que José Manuel García-Margallo y William Hague han decidido poner en marcha "grupos de trabajo en los que, además del Reino Unido y España, estén presentes aquellas autoridades que puedan tener competencias en estas materias".

En concreto, según fuentes de Exteriores, se trata de incorporar a las autoridades de Gibraltar y del Campo de Gibraltar, pues el Ejecutivo español rechaza la reactivación del Foro de Diálogo a tres bandas entre Madrid, Londres y el Peñón.

Sin embargo, el secretario de Estado del Foreign Office, William Hague, aunque admitió que ambas partes están por "rebajar la actual tensión", aseguró que había acordado con su homólogo español "la necesidad de hablar en el contexto de la propuesta realizada por el secretario de Estado el pasado mes de abril", encaminada a explorar un diálogo "ad hoc que incluya al Gobierno gibraltareño", sin hacer mención alguna a las autoridades de la comarca.

"El ministro principal, Fabian Picardo, ha sido constante en su compromiso de introducir medidas que hagan sostenible la pesca dentro de las aguas territoriales británicas de Gibraltar. Estos asuntos son de la competencia constitucional de Gibraltar y demuestran el empeño de sus autoridades por resolver el conflicto pesquero", dijo el Foreign Office.

Las palabras tanto de Cameron como de Hague fueron bien recibidas por el número 6 de Convent Place, que corroboró la versión británica de que "no ha lugar a grupos de trabajo" y que este extremo "ni siquiera fue mencionado en la conversación con el señor Margallo".

De otro lado, el secretario de Estado de Exteriores de España, Gonzalo de Benito, afirmó que las esperas en la Verja "son un pequeño precio a pagar" para conseguir que se restablezca el diálogo. En una entrevista en Onda Cero, defendió esos controles asegurando que lo que está haciendo España "sirve al interés general. No es agradable para nadie", declaró De Benito, que admitió que hay colectivos en "situaciones difíciles", como los españoles que desarrollan su vida laboral en el Peñón y los comerciantes de La Línea.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios