Un frenesí por inaugurar auditorios ha llegado a Algeciras. El Ayuntamiento promete la puesta en marcha de tres en los próximos meses, dos al aire libre y uno bajo techo: el del Lago Marítimo, el del Centro de Interpretación Paco de Lucía y el de la nueva Escalinata.

Del primero han contado que será de “doble altura mientras que la planta baja tendrá liberado su núcleo central, generando un espacio abierto a modo de atrio que permitirá los accesos a las plantas y la organización de eventos y actividades al aire libre”. Del segundo, que tendrá “un escenario polivalente que permitirá organizar conciertos, recitales, charlas e, incluso, servir un catering”. Y del tercero, “un anfiteatro para espectáculos con capacidad para 300 personas sentadas”.

Mientras tanto, a otro auditorio real y “presente”, lo devoran las termitas. Se trata del diseñado por el artista Guillermo Pérez Villalta y situado en el edificio que lleva el nombre del tarifeño. Este sábado, cuando se celebra el Día del Arte, el Ayuntamiento algecireño ha anunciado percusionistas brasileños, una demostración de la danza del vientre, lecturas sobre Gilgamesh y un mercadillo. Y todo en torno al Pérez Villalta, pero sin poner un pie en su bonito auditorio de madera, que permanece cerrado a cal y canto.

Sucede algo similar con las aplicaciones móviles de diversa índole, vendidas desde el Consistorio a bombo y platillo hasta que las engulle el olvido. Sirva de ejemplo la app de realidad aumentada que se lanzó en Fitur en enero de 2023. Esa que, para convertir a Algeciras en un destino turístico de primer orden, iba a combinar elementos físicos tangibles con virtuales sobre imágenes de la estatua de Paco de Lucía, la capilla de Nuestra Señora de Europa y el interior del Salón de Plenos, entre otros espacios. La creación, desarrollo y promoción de rutas patrimonialesa través de experiencias inmersivas tenía un presupuesto de 435.600 euros. Todo aquello quedó dentro de un cajón porque, actualmente, resulta imposible descargarse la app.

Tal vez en un universo paralelo con gafas 3D exista una Algeciras más bella y próspera, sin solares abandonados a punta pala, losetas rotas, plagas, proyectos de los que nunca más se supo, obras interminables y edificios pendientes de inaugurar desde hace años. Quizá. La vida es sueño.