algeciras cf-CD Cabecense

Superviviente de un terremoto (2-1)

  • El Algeciras vence a pesar de una negligente primera parte en la que merece caer goleado

  • Los de Guti remontan tras la autoexpulsión de Burrita

El Algeciras Club de Fútbol sobrevivió ayer a un terremoto de alcance. Salvó la vida pero la fuerte sacudida tuvo consecuencias internas y en la imagen de un equipo que tendrá que reconstruir desde cero su credibilidad. La victoria llegó a pesar del desastre. De la desastrosa primera parte, lo peor que se ha visto esta temporada y en mucho tiempo en el Nuevo Mirador, en la que pudo y mereció caer goleado por un Club Deportivo Cabecense piadoso, que perdonó ante un Jesús Romero salvador y que se quedó con diez en el minuto 51 por la autoexpulsión de Burrita, autor del gol de penalti. Fue entonces, y sólo entonces, cuando el equipo de David Guti, técnico que tenía pie y medio fuera en el descanso, mostró algo de vida y vergüenza para remontar el partido con goles de Tano y Pablo Ganet. Lo único positivo en la mañana de ayer.

Tan nefasta fue la imagen del Algeciras ayer que ni los tres puntos evitaron que La Menacha viviera su peor mañana. El técnico, David Guti, explotó como nunca y cargó contra unos jugadores que, a través de sus capitanes, decidieron dar una rueda de prensa para entonar el mea culpa y exculpar a su entrenador, que también es responsable. Al vestuario le cuesta responder a la pregunta de qué le está pasando o simplemente contesta un preocupante "no sabemos". La solución, dar más.

58'Roja a Burrita. El capitán del Cabecense, expulsado tras hacer un corte de manga según el acta51puntos. La victoria mantiene a los algeciristas cuartos a seis puntos del quinto puesto

Una vez más, se salva una afición que sólo pitó y protestó para despertar a los suyos, que se hizo notar (la grada naranja de los estibadores volvió a estar presente) y que no merece tanto sufrimiento.

Porque el Algeciras tocó ayer suelo en cuanto a la imagen ofrecida. Por lo que se vio en el terreno de juego parece incluso mentira que sumara tres puntos. Y eso que empezó con soltura, dispuesto a cerrar pronto el trámite. Doce minutos duró la cara buena de un equipo bipolar.

A partir de entonces, toda la estructura del Algeciras empezó a derrumbarse y el conjunto sevillano a disfrutar de ocasiones. El equipo de David Guti se desajustó escandalosamente. En ataque no hubo ni presión ni movilidad, el centro del campo y su defensa no hablaban el mismo idioma y el sector derecho de la zaga era un coladero. Álex Oñate, que fue titular por Adrián Máiquez en una decisión técnica cuestionable, se vio superado una y otra vez. Todo mal. Pulet entró fácil e inauguró el carrusel de ocasiones del Cabecense. Jesús Romero evitó el tanto y luego otro tras un tiro de Chapi. Los locales eran un muñeco roto, sin cabeza para controlar la situación ni brazos con los que defenderse. El conjunto de Las Cabezas tuvo el partido en bandeja pero falló hasta una ocasión ya sin portero que Baraja lanzó inexplicablemente al larguero. Parecía que ninguno de los dos querían ganar el partido.

El Algeciras estaba perdido. No trenzaba jugadas y seguía llegando con peligro el equipo de fuera. Hasta cinco oportunidades claras por un remate blando de Camps y un disparo alto de Ayala. Romero cometió penalti en el 40' tras la enésima mala decisión de la defensa, esta vez en el otro costado. Quien esté libre de pecado... Burrita lanzó desde los once metros y no falló.

La derrota mínima al descanso era para dar gracias. Lo más parecido a un milagro. Hubo pitos, que no pitada. Peor ya no se podía hacer. Suspenso colectivo. Se quedaron en el vestuario Mané y Anaya, que habían estado mal en los primeros 45 minutos pero no peor que otros, y entraron Máiquez y Cristian Reyes. Los dos mejoraron lo que había. No era difícil.

Con Ayala fallón, Pato descontrolado y David Camps desaparecido, el Algeciras se apoyó en Pablo Ganet, otra vez de los destacados, y en un intermitente pero lúcido Tano para crear algo más que en una desértica de ocasiones primera parte. Claro que el cambio de rumbo no lo provocó el juego del Algeciras sino el visitante Burrita. En una jugada que pasó desapercibida para la grada, el linier de preferencia llamó al titular y le comunicó algo tras lo que el trencilla onubense Antonio Santiago Blanco decidió mostrarle la roja y dejar a su equipo con diez desde el 51'. El árbitro recogió en el acta que hizo un corte de manga a la grada y que, cuando se marchaba del terreno de juego expulsado, insultó al linier.

Quedaba un mundo. A los albirrojos no le quedaban más remedio que reaccionar y aprovechar una ocasión para salvar los muebles y evitar la hecatombe. Le bastó diez minutos de arreón y buen hacer -los únicos del partido- para darle la vuelta a la historia. Tano recibió un balón en la frontal y tiró de calidad para enviar el balón directo a la red del meta Iván, que no había tenido que intervenir hasta ese minuto 58 de partido. Empate.

El equipo de David Guti buscó el segundo y llegó tras un centro bueno de Dani Gallardo al que llegó desde la segunda línea Pablo Ganet para rematar con la cabeza y poner el marcador a favor del Algeciras.

Cuando los locales parecían recomponerse de la sacudida que le había metido el Cabecense en la primera parte, llegó una nueva complicación. Nadie puede negarle entrega a Pato pero ese ímpetu le perjudica en la mayoría de jugadas. El cordobés se metió en el área en una clara ocasión pero se dejó caer a pesar de tener una amarilla, el árbitro cazó la simulación y le sacó la segunda.

Con diez contra diez, el Algeciras volvió a mostrar carencias y el Cabecense pisó de nuevo el campo contrario. Muchos nervios e imprecisiones. Jugadores que parecen desconectarse mentalmente, malas decisiones y un conjunto que se asfixia con la presión. Y eso que el Nuevo Mirador fue un cachito de pan y no ese ogro implacable que no perdonaba ni una. Tal vez porque, sabia afición, es consciente de que a muchos de los del verde les viene grande eso de jugar en el centenario club algecirista. Y más aún tener como objetivo ascender.

David Camps fue sustituido en el 78' (por Mauri) tras un partido negligente, impropio de un jugador que lleva 19 goles a estas altura y que está siendo de lo mejor de esta temporada. El Algeciras necesita un Camps autocrítico, centrado y comprometido con el colectivo.

El Cabecense agotó sus fuerzas con un par de llegadas, intentos desesperados que a lo máximo que llegaron fue a las manos de un Romero que se salvó de un mal partido general. Mauri pudo sentenciar en el descuento y hacer un marcador aún más mentiroso pero falló.

El Algeciras se salvó y, con él, David Guti, que llegó a estar fuera del club durante muchos minutos, pero los albirrojos navegan con rumbo irregular en mitad de dudas, de malos partidos, el de ayer el peor, de derrotas fuera de casa y de un estado poco apropiado para el éxito. Los jugadores respaldaron a su entrenador y aseguraron que tienen que cambiar la situación. La oportunidad es ahora o nunca, con dos salidas seguidas (al campo del Utrera y del Betis B) y con la llegada de un calendario duro.

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