Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras reivindicaron ayer empleos de calidad como fórmula para alcanzar una salida real de la crisis en la conmemoración del Primero de Mayo que, por primera vez en veinte años, se celebró fuera de Algeciras. La Línea de la Concepción acogió la marcha comarcal del Día Internacional del Trabajo que logró reunir a un millar largo de personas, según estimaciones de este periódico. Las centrales convocantes cifraron la adhesión en 2.000. La manifestación discurrió desde la plaza de toros hasta el monumento al trabajador español en Gibraltar, justo frente a la verja.

Los secretarios comarcales de la UGT y Comisiones Obreras, Ángel Serrano e Inmaculada Ortega, también reclamaron en sus discursos la puesta en marcha de políticas activas de empleo e inversiones en infraestructuras como la línea ferroviaria Algeciras-Bobadilla para que el Campo de Gibraltar mejore en competitividad y reste enteros a las cifras del paro. Con 43.000 demandantes de empleo (10.000 de ellos en La Línea, según la último dato disponible) los máximos responsables de ambas centrales clamaron en clave nacional contra el desmantelamiento silencioso del estado del bienestar en todas sus vertientes: pérdida de derechos laborales, sociales, rebaja de la calidad en la educación y sanidad sin olvidar la reforma constitucional "amoral" pactada por PP y PSOE para anteponer el pago de la deuda pública a cualquier otro dispendio.

Y, obviamente, al estar frente a la verja de Gibraltar parte de las intervenciones de ambos hicieron referencia al colectivo de trabajadores españoles en la colonia británica; unos 7.000 que a diario cruzan por la aduana y tienen en estos momentos en las colas uno de sus principales problemas. Igualmente, se habló del inconcluso hospital de la ciudad.

La marcha comenzó con cierto retraso sobre la hora prevista (mediodía) con el fin de ganar en número de asistentes. De hecho, partieron desde la plaza de toros no más de 600, si bien durante el recorrido por la calle Clavel hasta llegar a la Plaza de la Constitución se fueron sumando personas y colectivos. Entre otros, estuvieron los trabajadores de varias empresas inmersas en conflictos laborales: RPC Envases, Gicofa, Correos o las limpiadoras del polo petroquímico. Las mareas verde (educación) y violeta (por la igualdad) así como Amnistía Internacional o Verdemar se dejaron ver por las calles linenses junto con los ciudadanos. La pancarta de la cabecera de la manifestación hacía un guiño hacia la situación fronteriza y los derechos sociales bajo el lema: "Sin empleo de calidad no hay recuperación. Que no pongan fronteras a nuestros derechos".

En el plano político, estuvieron buena parte de las agrupaciones socialistas de la comarca; también de Izquierda Unida y del Partido Andalucista. Las parlamentarias andaluzas Rocío Arrabal e Inmaculada Nieto marcharon junto con alcaldes como la regidora anfitriona, Gemma Araujo, y su homólogo en San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix (ambos del PSOE). Araujo manifestó su gratitud porque la ciudad acogiera la marcha ante la sensible situación, con más de un 40% de paro en la ciudad y la provincia (según la EPA), como consecuencia de la reforma laboral del gobierno central.

Una vez cruzado el parque y sobre el escenario frente a Gibraltar, Ortega y Serrano dirigieron sus discursos cargados de reivindicaciones. Ortega, la primera en intervenir, exigió medidas para salir de la crisis. "Es precisamente La Línea de la Concepción y por extensión el Campo de Gibraltar la que necesita de políticas activas de empleo y de inversión que refuercen y permitan a la comarca salir del olvido estatal y autonómico", comentó.

Serrano fue un tanto más explícito con la situación de los trabajadores españoles en Gibraltar. "El ministro de Gibraltar se equivocó de plano -en referencia al arranque del conflicto- pero eso no tiene nada que ver para putear a quien se gana el pan ahí dentro", sostuvo, en referencia a los exhaustivos controles por parte de las autoridades españolas. "Eso se solventa a otro nivel. No puteando al personal", continuó.

Hubo, así mismo, momento para la autocrítica. Serrano dijo ser consciente de que también resulta necesaria una regeneración sindical -de hecho, había relativamente pocos jóvenes con banderolas o pegatinas- mientras que Ortega conminó a cambiar las políticas en Europa en las próximas elecciones.

Tras las intervenciones, el grupo Frontera Humanitaria hizo la tradicional ofrenda floral bajo el monumento al trabajador transfronterizo (justo a espaldas del escenario) para dar por concluida la jornada reivindicativa.