El Cristo del Mar

La valentía en La Atunara no basta

  • El paso sale a la plaza de Chaminade pero la lluvia impide la procesión

La Hermandad del Cristo del Mar tenía claro ayer que iba a salir a la calle aunque el cielo amenazase tormenta y en los minutos previos a la hora prevista para comenzar las estación de Penitencia, las 17:45, el cortejo se organizaba en el interior de la iglesia del Carmen.

El párroco solicitó a los allí presentes que pidieran al Cristo del Mar que les ayudase durante el transcurso de la procesión, con uno de los recorridos más largos de la Semana Santa linense. "Pasear la imagen por toda La Línea no solo es emocionante, es una muestra de que queremos que él esté presente en el barrio de La Atunara y en la ciudad. Merece la pena sacar a Cristo a la calle vivir luego como él vivió", señaló el sacerdote. Después se lanzaron vivas al Cristo del Mar, a la Virgen de la Luz y a la cofradía.

La Cruz de Guía cruzó las puertas de la iglesia y el cortejo comenzó la procesión, en la que también participó el alcalde, Alejandro Sánchez. Sin embargo empezó a chispear justo cuando el Cristo del Mar se disponía a salir. La junta de gobierno de la hermandad decidió entonces esperar 15 minutos y transcurrido este tiempo se tomó la determinación de salir a pesar de la fina lluvia.

Los cargadores de La Atunara sacaron a la plaza de Chaminade a su querida imagen ante el aplauso de los linenses que se había acercado a ver la salida. Eso sí, el mal tiempo hizo que el número de personas congregadas fuera considerablemente menor que otros años.

Después de que los cargadores bailaran el paso en la puerta, tal y como es habitual, y una vez que habían comenzado a girar el paso para acercar el Cristo al mar de levante, el cielo descargó con fuerza y arreció la lluvia. En ese momento el Cristo del Mar, que llevaba en la calle un cuarto de hora escaso, tuvo que regresar a la iglesia del Carmen y el cortejo se dio la vuelta.

La mayoría de los devotos del Cristo marinero se quedaron en la plaza a pesar de la lluvia, con paraguas o sin él y muchos con lágrimas en los ojos, como muestra de su fervor y para tratar de entrar después en el templo a presentarle sus respetos.

La hermandad tenía previsto estrenar este año seis varas de mando y los cuatro cabezales del paso de misterio, el cual fue una nueva adquisición de la cofradía de la que los linenses pudieron disfrutar el Viernes Santo del año pasado, tras el esfuerzo de llevar una década trabajando para lograr este objetivo.

La lluvia impidió que el Cristo del Mar realizase su estación de Penitencia pero el Señor se llevó el cariño de su barrio.

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