Q ué debieron sentir los costaleros que ayer cargaron con Jesús en la Oración del Huerto nada más salir de la iglesia de San Mateo de Tarifa. Solo ellos podrán contarlo. Después de un año, el 2016, en el que la cofradía no pudo cumplir con su estación de penitencia, por fin anoche, y precedida por cuatro anunciantes, la imagen del Jesús orante tarifeño volvió a las calles del pueblo que le venera.

La Banda de Cornetas y Tambores Amor y Sacrificio de Lebrija (Sevilla) acompañó a la talla de Manuel Bonilla en su primera chicotá hacia la carrera oficial. Los nazarenos de la hermandad, ataviados con túnica blanca y capa y antifaz morados, anunciaban la salida de una hermandad cuya junta de gobierno fue constituida el pasado 19 de marzo después de más de 18 meses sin responsables. "Llevamos apenas unas semanas y nuestra prioridad era volver a salir a la calle, y eso lo hemos logrado. A partir de ahora toca trabajar para recuperar el grupo humano que hemos perdido en todo este tiempo", declaraba María José Cárdenas, hermana mayor de la cofradía, horas antes de que la iglesia mayor de Tarifa abriera sus puertas.

Jesús en la Oración en el Huerto avanzaba por las calles Privilegios y la plaza Hermanos Costaleros cuando los varales del palio de Nuestra Madre de Dios y del Rosario empezaron a sonar desde el interior de San Mateo. Fuera, fieles y público en general, aguardaban la salida del paso adquirido hace ahora 16 años.

Engalanada de flores y luciendo candelería, la Virgen del Rosario cumplió con el recorrido previsto a los sones de las marchas procesionales de la Asociación Musical Pintor Manuel Reiné.

Ni siquiera el tiempo impidió que la cofradía de El Huerto de Tarifa pudiera salir a la calle después de un año sin imágenes en la calle. A sus devotos, un año les pareció toda una eternidad.