Cómo hacer un ‘juanmamoreno’

A Feijóo le falta la chispa de Moreno, es soso y (todavía) no tiene el control de los medios públicos

El presidente andaluz ha recomendado a su amigo Núñez Feijóo que haga un juanmamoreno el 23 de julio. La gracia está en que se insinúa como ejemplo para conseguir una mayoría absoluta. Pero su manual de instrucciones abre un abanico de contradicciones. El concepto juanma empieza a cuajar en 2019, cuando consigue la Presidencia de la Junta sin ser la lista más votada en diciembre del 18. Anticipaba una fórmula que se repitió aquel año: Ayuso, López Miras o Mañueco quedaron segundos en Madrid, Murcia o Castilla y Léon, pero en el PP se frotaron las manos con el botín conseguido con el sumiso apoyo de Ciudadanos y el despistado malhumor de Vox. Aquella temporada no estaba de moda la lista más votada en la pasarela conservadora.

El juanmismo creció con la habilidad que hay que reconocerle al jefe de la tropa popular andaluza. Gobernó cómodo en su primera legislatura como si tuviese mayoría absoluta, con el beneplácito de Cs y el enojo creciente de Vox. La obscena propaganda presidencial desde la radio televisión pública ha sido aún peor que la ya descarada de los socialistas durante décadas en Canal Sur. Las horas semanales de culto al jefe han ayudado a la construcción de un personaje cercano, familiar, al que se le nota su graduado en protocolo (y sus años de vocalista de un grupo de música): borda la puesta en escena de los espectáculos; ya sea su principesca toma de posesión, a lo Sisí Emperatriz, o inaugurar el mismo hospital cuatro veces. Ninguno de estos juanmas le valen a Feijóo. Al gallego le falta chispa, es soso y (todavía) no tiene el control de los medios públicos.

Tampoco le tiene miedo a los debates Juan Manuel Moreno. Ha cogido seguridad y polemiza con soltura a diestra o siniestra, mientras Feijóo huye de los debates como de una vara verde. Con gran incoherencia. El jefe del partido español por excelencia se ha negado a un debate a cuatro entre los líderes de las formaciones nacionales que se presentan el 23 de julio. Lo hace en perjuicio de su vecino de la extrema derecha, para no darle protagonismo a Vox y evitar que el PSOE ponga en evidencia sus alianzas municipales y autonómicas. Por el contrario, el partido alfa español ha reclamado un debate a siete que incluyese a los independentistas. Eso les daría visibilidad y votos a esas formaciones, como ya ha ocurrido en las municipales, pero perjudicaría al PSOE por sus acuerdos o favores en esta legislatura hacia ERC y Bildu.

En fin, a Feijóo no le acaban de quedar bien las hechuras de un juanmamoreno.

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