Cultura

Un paseo por la vida de Carteia

  • El museo recoge pedazos de la historia de la ciudad, sus inicios y la evolución

"La ciudad de Carteia ejemplifica un capítulo fundamental de lo que hoy conocemos como Bahía de Algeciras". Con esta frase se inicia el recorrido por el Museo de San Roque bajo el título Entre mares. Dos plantas envueltas en historia donde se precisa con detalle la forma de vida de aquellos que habitaron estas tierras, antes de lo que hoy se conoce como San Roque.

La primera sala del museo -de carácter arqueológico, histórico y artístico- yace en torno a unos paneles negros que advierten con grandes imágenes una visión general de la comarca, del ayer y del hoy. Se intuye el paisaje en su antigüedad con miradas aéreas. Como eje central una proyección recoge pinceladas de las excavaciones del yacimiento de Carteia, sacando a la luz esos grandes hallazgos.

Curiosidades sobre los hábitos de vida también conforman buena parte del recorrido de la visita. ¿Qué comían los habitantes de Carteia?. Pues la respuesta está en la historia: pan, vino y pescado. Y es que las excavaciones han permitido testimoniar la implantación de estas actividades agroalimentarias, muy cercana a la dieta mediterránea, y sumándole la pesca adquirió una mayor riqueza. Entre datos del ayer empiezan a asomarse piezas como un candil de bronce o dos ánforas, una para salsa y otra para vino, dando la bienvenida al museo.

Continúan los pasos explicando la ubicación de la factoría fenicia del Cerro del Prado, determinando así su actividad económica volcada en la explotación de los recursos del mar. Un espacio sagrado da muestras de la religiosidad, también presente. La cerámica también adquiere su relevancia, desde la vajilla de mesa asociada al mundo púnico hasta el cambio con un acabado en barniz negro, propiciado por el asentamiento romano en la ciudad.

Un pasillo donde se rinde homenaje a los grandes investigadores de la historia de Carteia da paso a la sala central que conecta con un patio interior. Tres grandes paneles recuerdan, junto a pantallas audiovisuales, los trabajos de Julio Martínez Santa-Olalla, que llevó a cabo las primeras excavaciones de Carteia en los años 50. Concepción Fernández Chicarro realizó también durante tres años trabajos en el yacimiento -1965 a 1967- aportando luz en la configuración del esquema urbanístico de la ciudad. Francisco J. Presedo, que dio continuidad al trabajo de Olalla. Y, finalmente, se precisan los trabajos actuales apuntando que el museo lo forman, en su mayoría, los materiales obtenidos por Olalla, cuyo primer emplazamiento fue la capilla Felipe Neri, para posteriormente pasar a la Fundación Alberti y, por último, el Palacio de los Gobernadores.

Entre las piezas arqueológicas más relevantes que se pueden encontrar durante la visita destaca el Embarcadero Romano -localizado en 2005 en Puente Mayorga-; una cabeza esculpida en mármol -hallada en el Cortijo Rocadillo en los años 50-, así como varias inscripciones en pieza caliza que decoran las paredes.

En una sala contigua a la principal se proyectan vídeos mientras se puede observar el resultado de las excavaciones entre 2005 y 2006 de un equipo de la Universidad de Madrid y Cádiz, donde aparecen roturas de hornos en lo que fue una especie de basurero de lo que sería un lugar de alfareros donde se fabricaban ánforas en el I d. c., además de ser pasto de los vertidos superpuestos como paso del tiempo, incluyéndose el tsunami que arrasó la bahía ese mismo siglo.

En la segunda planta se ofrece una visión más global de la historia de San Roque. Desde la presencia de almenaras y la fundación de la ciudad con población procedente de Gibraltar tras el Tratado de Utrecht de 1706. Además se expone el escudo local y una serie de recortes de prensa del pasado siglo. Y, como punto final del recorrido, una tienda de recuerdos muestra desde postales hasta libros.

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