cine

Venecia hablará (demasiado) inglés

  • Hasta nueve películas norteamericanas competirán en la Sección Oficial

  • El único español en el Lido será Fernando León, con su 'Loving Pablo' fuera de concurso

No tardaron mucho en levantarse algunas voces críticas tras conocerse ayer un amplio avance de la programación de la Mostra de Venecia, que llega a su 74 edición bajo la dirección artística de Alberto Barbera. Que si una excesiva presencia norteamericana, que si poca diversidad, que si apenas una mujer (la desconocida directora china Vivian Qu, con Angels wear white) entre las 21 películas a concurso, que si Netflix vuelve a colarse en el ámbito del cine (las series Suburra y Wormwood, de Errol Morris, el largo Our Souls at Night de Ritesh Batra, que ha reunido de nuevo a Jane Fonda y Robert Redford)... Pero, ¿qué sería de una programación o un palmarés festivaleros sin su correspondiente controversia?

Venecia se ha reservado siempre un particular idilio con Hollywood de cara al desembarco de estrellas en los canales. Y George Clooney es uno de sus fijos sonrientes: su nuevo filme, Suburbicon, avalado por la pluma de los Coen y protagonizado por Matt Damon y Julianne Moore, es uno de los filmes-estrella de una sección oficial donde Damon hace doblete con Downsizing, de Alexander Payne, filme encargado de abrir el certamen. Darren Aronofsky, que ya trajera aquí su Cisne negro, también presenta su candidatura al León de Oro con Mother!, protagonizada por Javier Bardem y Jennifer Lawrence. Sello Fox Searchlight tienen The shape of water, la nueva cinta de Guillermo del Toro, una fábula alienígena con la Guerra Fría como trasfondo, y Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, lo nuevo de Martin McDonagh, con Woody Harrelson y Frances McDormand.

El resto de la presencia norteamericana procede de esos márgenes autoriales y de los rescoldos del Nuevo Hollywood: el incombustible Paul Schrader presenta First reformed tras la estimulante y alucinada Dog eat dog; sus compañeros de generación William Friedkin y James Toback llegan fuera de concurso con el documental The devil and the father y The private life of a modern woman, mientras que el viejo rockero Abel Ferrara sigue indagando en sus raíces italianas con el documental Piazza Vitorio. Trato honorífico y aparte merece el veterano Frederick Wiseman, quien a sus 87 años aún sigue adentrándose en profundidad en las instituciones norteamericanas para desvelarnos sus entresijos, y su Ex Libris lo hace ahora entre las estanterías y pasillos de la centenaria New York Public Library.

La cuota autorial de prestigio de la Sección Oficial se completa con los franceses Guédiguian (La Villa) y Kechiche, que presenta aquí la que se supone es primera parte de una trilogía, Mektoub, my love: Canto uno, con el polifacético y político artista chino Ai Wei Wei, que presenta su documental Human flow, con lo nuevo del británico Andrew Haigh, Lean on Pete, o con la última del prolífico japonés Hirokazu Kore-eda, que parece haberse pasado al cine de género en The third murder.

Bandera libanesa ondea la co-producción L'insulte, de Ziad Doueiri, israelí Foxtrot, de Samuel Maoz, y australiana Sweet country, de Warwick Thornton, protagonizada por Sam Neill, muestras del pequeño ensanche globalizado de esta Sección Oficial que, cómo no, se reserva su particular e innegociable cuota italiana caiga quien caiga. Y este año le toca, una vez más, al popular Paolo Virzi, con The leisure seeker, una co-producción internacional rodada en inglés con Helen Mirren y Donald Sutherland, a Sebastiano Riso con Una famiglia, a Andrea Pallaoro con Hannah, que cuenta con el protagonismo de Charlotte Rampling, y a los hermanos Manetti con Ammore e malavita.

Ya viene siendo costumbre que la presencia del cine español en los festivales A sea marginal o anecdótica. El único que ha conseguido hacerse visible en esta edición de Venecia es Fernando León de Aranoa, que trae fuera de concurso su nuevo filme sobre el narco Pablo Escobar Loving Pablo, que reúne a la pareja Bardem-Cruz también en la ficción.

Muchas más expectativas nos suscita la tercera y última entrega (Coda) de la saga yakuza Outrage, de Takeshi Kitano, el nuevo y esperado largo de la argentina Lucrecia Martel, Zama, que se ha quedado incomprensiblemente fuera del concurso, Caniba, lo nuevo de Castaing-Taylor y Paravel tras la impresionante Leviathan, o La nuit où j'ai nagé, el segundo largo del prometedor cineasta francés Damien Manivel.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios