Cultura

Un Fespa Award en Granada

  • Es la primera vez que el prestigioso galardón recae en España. Lo han conseguido con una obra de Paco Pomet La Academia de Bellas Artes también le concede su Medalla de Honor.

El prestigio de Christian M. Walter como serígrafo es más que conocido en Granada. Su experiencia en estampación de obra gráfica original en sus distintas presentaciones, soportes y formatos, su rigor y experiencia acumuladas lo han llevado a colaborar con los mejores artistas y a intervenir en importantes proyectos. Ahora, la Federación Europea de Asociaciones de Serigrafía le concede un Fespa Awards que celebra la excelencia en la impresión. Lo ha conseguido con la obra Rojo, de Paco Pomet. La Academia de Bellas Artes de Granada también destaca su labor artística concediéndole una Medalla.

-No es la primera vez que la mayor agrupación de profesionales de la serigrafía y la impresión digital del mundo, FESPA, concede a su estudio un galardón.

-Ya habíamos ganado un premio de plata en 2002 con un delicado trabajo sobre papel japonés de Antje Wichtrey.

-¿Ha sido una sorpresa?

-En esta ocasión estábamos seguros de haber hecho un trabajo excepcional con Rojo de Paco Pomet en otro sentido, más tecnológico pero no menos artesanal. Sabíamos que iba a merecer la pena presentarnos de nuevo con esta serigrafía y obtuvimos un FESPA GOLD AWARD que nos sitúa entre los mejores del mundo. Estamos, claro está, que nos salimos.

-A pesar de la categoría del Premio no pudieron ir a Amsterdam a recogerlo.

-Nos fue concedido en una ceremonia durante la feria FESPA Digital 2016, en la categoría Serigrafías originales, giclées y reproducciones de arte. No pudimos ir, porque estábamos trabajando en una carpeta de serigrafías de Francesco Tonucci, para el Parque de las Ciencias. Pero creemos que es la primera vez en más de 60 años desde que se fundó la FESPA que este galardón (en esta categoría) recala en una empresa española.

-La Academia de Bellas Artes de Granada también va a concederle una medalla, ¿qué supone para usted?

-Un reconocimiento importante a nuestra labor. Agradecimiento y satisfacción. Es una distinción que quisiéramos compartir con todos quienes nos han llevado donde hoy nos encontramos.

-¿Cómo llegó a Granada Christian Walter?

-Fue en el 81, a pocas semanas del golpe de Estado, como turista mochilero. Granada me encandiló. Me quedé unos meses. Volví poco después, y conocí a Loli (Rodríguez), mi esposa y socia. A finales del 86 abrimos nuestro primer taller en la calle Mano de Hierro con un capital inicial de 500.000 pesetas. Una medida de autoempleo para obtener la residencia con permiso de trabajo a cuenta propia. Empezamos editando una serie de serigrafías con fines autopromocionales de varios autores, entre ellos Valentín Albardíaz y Julio Juste.

-Desde el primer momento se movió en el ambiente de la vanguardia artística granadina, que en aquella época era efervescente.

-A los 3 meses de abrir el estudio, la Galería Palace nos encargó una serigrafía de José Guerrero. A partir de allí no paramos de beneficiarnos de un ambiente artístico y creativo único, como el que se da en Granada. Aprendimos mucho con todos y cada uno de los artistas con los que tuvimos ocasión de colaborar. La lista es larga, pero podría citar la búsqueda de una tonalidad exacta con Miguel Rodríguez-Acosta, el atrevimiento de Julio Juste, el conocimiento gráfico de Juan Vida, el gusto por la experimentación de Valentín Albardíaz, la certeza de Soledad Sevilla en cuanto al resultado deseado, la espontaneidad de Federico Guzmán, la meticulosidad de Jesús Conde, Joaquín Peña-Toro y Paco Lagares, el desparpajo de Ángeles Agrela, la exuberancia tropical de Pedro Garciarias y Elio Rodríguez, la contundencia cromática de Rosa Brun... todos ellos nos han llevado a azuzar nuestra inventiva, cada obra necesita de un enfoque distinto.

-Además, con técnicas y métodos novedosos.

-Imprimimos con arena y tierra con Xaverio, sobre paredes con Julio Juste, hicimos grandes exposiciones con los arquitectos Antonio Torrecillas y Juan Domingo y un camino con Carmen Moreno. Santiago Ydáñez, Jesús Zurita, Mar Solís, Enrique Brinkmann, Dámaso Ruano, Jordi Teixidor, Fréderic Amat, Rogelio López Cuenca, Waldo Balart. Todos estos creadores nos ayudaron a hacernos con un bagaje importante para poder afrontar los proyectos que nos confían.

-Para los no iniciados en el mundo del arte, conceptos como serigrafía pueden ser complejos. ¿Qué es en realidad la serigrafía artística?

-La serigrafía se inventó a principios del siglo pasado y fueron los artistas del pop quienes la descubrieron al público en general. Normalmente, una serigrafía es un trabajo original aunque multiplicado. Esa multiplicidad hace las estampas -grabados, litografías, serigrafías- más asequibles en comparación con trabajos originales únicos; en los años 70 se decía que servían para la democratización del arte.

-¿Qué tradición tiene en Granada en este arte?

-Hay talleres de grabado calcográfico, de serigrafía artística queda el nuestro. En los 80 estaba el taller de la galería Laguada (trabajé con Frasco durante medio año aproximadamente), luego Serigrafiable, que cerró y el Alméz, ahora en Gerona. Por lo que sé, últimamente, están surgiendo algunas iniciativas de jóvenes creativos que incorporan la serigrafía en sus procesos y modelos de negocio.

-Cómo es la colaboración con los artistas con los que trabaja.

-No siempre es posible que el artista esté presente durante todo el proceso, pero lo mejor es que artista e impresor trabajen hombro con hombro hasta que esté hecha una primera prueba.

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