Cultura

El Fandi y Talavante, puerta grande en la primera de Huelva

  • El Cordobés no corta nada en su lote. La corrida de Martelillia, de juego variado

GANADERÍA: Toros de Martelilla bien presentados en su conjunto y de juego variadolBueno el egundo. TOREROS: El Cordobés, silencio y ovación. El Fandi, dos orejas y ovación; Alejandro Talavante, oreja y oreja. Incidencias: Plaza de toros de Huelva. Tres cuartos de entrada.

Alejandro Talavante, que volvió a apoyarse en Huelva para remontar el vuelo, y El Fandi abrieron ayer la puerta grande de las Fiestas Colombinas.

El tore de más calado del festejo llegó en el sexto y llevó la firma de Talavante, que ya había cortado una oreja al tercero donde anduvo voluntarioso aunque demasiado encimista, faltando acople también en un trasteo que no tomó vuelo. En el último ofreció otra cara el extremeño comenzando faena por estatuarios a los que siguieron series de muletazos en redondo sobre la mano derecha, limpios, templados y rotundos. Bien al natural también Talavante, antes de concluir por ajustadas manoletinas. Una media contraria y dos descabellos le abrieron la Puerta Grande.

El Fandi cuajó un variado y animoso saludo de capa y dejó al segundo animal sin picar. El tercio de banderillas, de menos a más, precedió a un trasteo que comenzó rodilla en tierra para después ligar en redondo series en las que intercaló momentos intensos y templados con otros más deslabazados. El toro, que agradeció el poco castigo, tuvo movilidad aunque David no pudo bajarle la mano por la ausencia de fortaleza. Le ayudó el torero, pese a que al final el toro buscó tableros y cantó la gallina. Lució Fandila al final en cercanías y cortó dos orejas.

Recibió al quinto con una larga cambiada y cuajó un brillante tercio de banderillas, clavando hasta cuatro pares. Comenzó la faena sentado en el estribo para seguir con buenos naturales, dos series sobre la diestra y adornos. Estocada desprendida y dos descabellos.

El Cordobés sorteó un primero flojo que se defendió y al que Manuel fue capaz de meterlo en la muleta. El cuarto, justo de fuerzas y rajado, tan sólo aguantó las primeras series en redondo, huyendo pronto. Toreo efectista.

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