Algeciras dispone desde anoche, por fin y de forma oficial, de teatro, de su teatro, el Florida. 66 años después de que abriera sus puertas y cinco más tarde de que comenzaran sus obras de rehabilitación, que parecía que nunca acabarían, el espacio escénico se ofrece a la ciudad para paliar el déficit cultural que ha comportado su ausencia. Se acabó. El espectáculo La voz del agua tuvo el honor de ser el primero en subir a las tablas en esta nueva etapa del Florida.

"Esta jornada quedará en el libro de la historia de nuestra querida Algeciras", aseguró el alcalde de la localidad, José Ignacio Landaluce. El regidor convino que en él había recaído "el honor" de reinagurar el teatro, pero no quiso olvidar, y así lo atestiguó, ni a sus antecesores en el cargo ni a los y las concejales de Cultura anteriores a Pilar Pintor. Como prueba, hizo subir al escenario, durante las protocolarias intervenciones previas, a todos los primeros ediles que ha tenido el municipio.

Además de cinco años de obras, la rehabilitación del Florida ha salido finalmente por 6,34 millones de euros, con un 60% de la financiación procedente de la Junta (consejerías de Obras Públicas y Vivienda y de Cultura) y el 40% restante del IEDT de la Diputación de Cádiz (el 64% de ellos derivados de fondos europeos Feder). Representantes de estas administraciones estuvieron anoche en el teatro.

"Hemos cumplido con Algeciras y con los algecireños", afirmó José Loaiza, presidente de Diputación, que mencionó que la institución se ha hecho cargo del equipamiento y mobiliario, "que faltaba". "Algeciras cuenta con un nuevo atractivo", consideró.

Paz Sánchez, directora general de Innovación e Industrias Culturales de la consejería de Cultura, se mostró "segura" de que el Ayuntamiento, ahora, sabrá dotar al teatro "de la programación que merece". Para Ana Vinuesa, directora general de Rehabilitación y Arquitectura de la consejería de Obras Públicas y Vivienda, el Florida se devuelve "con un esplendor digno de una ciudad como ésta".

Fotografías de artistas que actuaron en el viejo Florida, como Luz Casal o Joaquín Sabina, reciben en la entrada del teatro. También hay una imagen que no es de un recital, sino de cuando Alejandro Sanz fue nombrado hijo adoptivo de la ciudad. Fue, por otra parte, un reencuentro emocionante con la acústica para quienes, durante la travesía del desierto, han pasado por espacios no preparados para ese montaje o aquel concierto. También es cierto que parece que habrá ocasiones en que las 580 butacas se revelen pocas.

A las 21.40 fue cuando se inició el muy algecireño espectáculo La voz del agua, que, con guion de Juan Casal y música de Chico Valdivia. Se trata de un montaje que, con aroma flamenco, aborda la relación del mar con la ciudad. Una ciudad que ya tiene donde ponerlo en escena. En condiciones.