El personal del puesto de inspección fronterizo (PIF) vuelve a reforzarse. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, anunció ayer la incorporación "con carácter inmediato" de dos inspectores más a este servicio portuario, que en los últimos meses ha sufrido las críticas de los usuarios por la falta de personal suficiente y las largas esperas.

Los dos nuevos inspectores se incorporarán de inmediato y se unirán al servicio de 24 horas en el PIF de Algeciras. Otros cuatro especialistas llegaron recientemente al puesto. Y no serán los últimos: el delegado del Gobierno anunció que tras el verano se incorporarán otros tres inspectores más a PIF.

El PIF algecireño es el único español de primera categoría; inspecciona cualquier producto

Además, uno de los cuatro inspectores que se incorporaron en la tanda anterior pasará a las inspecciones de Sanidad Animal cuando concluya el periodo estival.

Por ello, Sanz agradeció al Gobierno y a la Dirección General de la Administración Periférica "el apoyo y la sensibilidad" que han mostrado para fortalecer las medidas de inspección en el PIF.

El PIF de Algeciras es el único del sistema portuario español de primera categoría y tiene la homologación de la Unión Europea para realizar la inspección de todo tipo de productos, tanto destinados al consumo humano como al no humano. También está homologado para la inspección de animales vivos, ungulados, équidos y otros animales. De su peso dan fe las cifras registradas de movimiento de frutas, verduras y legumbres en España en 2016: por Algeciras pasaron 3,7 millones de toneladas, el 43,5% de los 8,5 millones del total acumulado en todos los puertos del Estado. Y España es el primer suministrador hortofrutícola de Europa.

Durante los últimos meses ha habido continuas quejas por los retrasos en la inspección de los productos. Los problemas comenzaron en noviembre con la implantación de la tramitación digital de los expedientes de sanidad. Según explicaron entonces desde la Asociación de Importadores de Productos Perecederos del Puerto de Algeciras (Aimpa), el sistema al que debían subirse los documentos se saturaba. Llegaron incluso a desviarse algunos tráficos a Motril.

Pero los retraso no se debían solo a un problema informático. Los importadores protestaban por la falta de personal, que perjudicaba al tránsito de productos hortofrutícolas. Para los perecederos la rapidez es clave: un camión procedente de Marruecos que se retrase en el PIF puede llegar tarde al Merca y retrasar un día la comercialización del producto. Por ello se estaban dando casos de trasvase de tráficos de algunos productos a otros puertos. Todo ello se pretende evitar con este reclamado refuerzo de la plantilla del PIF.