Los sindicatos de estibadores y la patronal Anesco se reunirán hoy para acordar la aplicación práctica de la reforma del sector y tratar de buscar soluciones que eviten la huelga convocada a partir del miércoles en los puertos españoles en protesta por el real decreto ley.

Para este fin la patronal ha convocado una reunión de la Comisión Paritaria Sectorial Nacional, órgano compuesto por la representación de las empresas y por las organizaciones sindicales más representativas del sector y que tiene entre sus funciones la resolución de conflictos laborales.

El Gobierno considera que ha dejado puertas abiertas para que pueda haber un acuerdo

Los sindicatos de estibadores han presentado un preaviso para ocho jornadas de paros, cuatro de ellas en mayo (los días 24, 26, 29 y 31) y otras tantas en junio (los días 2, 5, 7 y 9), pero, desde la patronal, denuncian que se están produciendo "huelgas encubiertas" en la mayoría de los puertos españoles.

La patronal de empresas estibadoras ha exigido el cese inmediato de estas "ilegales medidas de presión, requisito indispensable para mantener espacios de diálogo y voluntad de alcanzar acuerdos", y ha apelado a la responsabilidad de los trabajadores del sector y de las organizaciones sindicales que los representan.

También el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, ha hecho un llamamiento a los estibadores para que cesen en las movilizaciones, que tienen un impacto "muy negativo y muy dañino" para la economía española.

La reunión prevista para hoy será la primera entre ambas partes tras la aprobación por el Congreso el pasado 18 de mayo del real decreto ley que regula la modificación del modelo de estiba española, en cumplimiento de una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Los sindicatos, liderados por la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, consideran que la reforma no garantiza el empleo de los más de 6.000 estibadores que trabajan actualmente en los puertos, aunque reconocen que el nuevo decreto ley elaborado por el Gobierno, tras el rechazo por la Cámara Baja de su primera versión hace dos meses, introduce "herramientas" para poder trabajar y negociar con las empresas, lo que no hacía el anterior.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, pidió a los sindicatos y a los empresarios, inmediatamente después de la convalidación de la reforma, que se sentaran a negociar desde hoy porque el real decreto recoge "muchas cuestiones negociadas" y "tiene todas las facilidades del mundo para alcanzar un acuerdo".