Maritimas

Un duro golpe para la economía

  • Sectores estratégicos para el país como el transporte por carretera, el automóvil o la química, pendientes de la nueva huelga en la estiba

  • Calculan pérdidas millonarias si paran los puertos

Los 6.156 estibadores de los puertos de todo el país están llamados a secundar ocho jornadas de huelga repartidas en tres semanas a partir de este miércoles 24 de mayo. Con estos paros el colectivo de portuarios busca expresar su rechazo a la reforma del sector aprobada por el Gobierno -y convalidada por mayoría parlamentaria- al no contemplar en la normativa la subrogación directa de los trabajadores ante la liberalización del mercado. La huelga se mantiene convocada a expensas del arranque de las negociaciones -el lunes- con la patronal Anesco sobre aspectos laborales de la liberalización a la que insta la normativa.

El escenario de una huelga en el horizonte dentro de la ya larga crisis de la estiba en España no es nuevo. Los sindicatos convocaron hasta 12 jornadas de paros durante los meses de febrero y marzo con un formato similar, días alternos (lunes, miércoles y viernes) con inactividad sólo en las horas impares (12 horas diarias).

El devenir de las negociaciones y el rechazo parlamentario a la primera reforma evitó que los estibadores llegaran a ejercer la huelga y que las grúas de todos los puertos izaran sus plumas hacia el cielo como señal inequívoca de la inactividad. Pero sí hubo un serio daño a la economía nacional dado que en los puertos se ejercieron paros encubiertos consistentes en un menor ritmo de actividad por parte de los trabajadores del sector.

La mera convocatoria las jornadas de huelga de febrero y marzo también derivó en un serio efecto negativo para la economía nacional con su máximo exponente en el desvío de buques para evitar las escalas en los puertos españoles a priori más conflictivos. Los puertos no fueron los únicos damnificados por el conflicto, dado que el resto de la cadena logística, en claro efecto dominó, también sufrió en su momento los efectos.

Los sindicatos defienden que el derecho a la huelga es la única fórmula que tienen a su alcance para expresar su malestar, en palabras del coordinador general de Coordinadora, Antolín Goya, la central mayoritaria en el sector. Los empresarios, por su parte, apelan al fuerte impacto de las movilizaciones para reclamar su suspensión.

PUERTOS

El sistema portuario es, lógicamente, el principal perjudicado en un escenario de inestabilidad como eslabón inicial de la cadena de suministro afectada por la huelga. Los puertos suponen una actividad clave para la economía española puesto que de ellos dependen el 86% de las importaciones y el 60% de las exportaciones del país.

El desvío de buques por parte de las navieras y el menor ritmo de trabajo han provocado una caída del tráfico acumulado en el puerto de Algeciras que hace peligrar la opción de revalidar este año los 100 millones de toneladas de mercancías despachadas en 2016. En febrero el número de contenedores cayó un 17% y otro 25,3% sólo en marzo.

En el conjunto del trimestre, el puerto de Algeciras anotó un descenso del 8,2% en el tráfico total de mercancías (medido en toneladas) y el 122 buques menos.

En Valencia también bajó la actividad, especialmente en febrero y marzo cuando perdió más de 100.000 contenedores y vio desviarse 18 buques, si bien logró recuperar el pulso y buena parte del terreno perdido en abril de forma que la caída acumulada hasta el cuarto mes del año es de apenas el 1,77%.

Pero la huelga no afectó a todos los puertos por igual. Dársenas como Barcelona, Cádiz o Málaga han visto crecer sus registros de actividad, en buena parte por el tráfico desviado desde Algeciras y Valencia. El de la ciudad condal supone el ejemplo más palmario. Sus estibadores descargaron en el primer cuatrimestre del año un 26% más de contenedores (864.588 unidades mientras que un año antes llevaban 686.062).

La mayoría de contenedores "perdidos" para el sistema portuario son de tránsito, el principal tráfico que nutre la actividad de Algeciras por su posición como hub de intercambio en el Estrecho de Gibraltar. En la otra orilla, Tánger-Med ha visto crecer un 10% su volumen de cajones despachados en los tres primeros meses del año.

NAVIERAS

El transbordo de contenedores se puede realizar en cualquier muelle. Sólo hay que dirigir el buque hasta él. Bajo esta premisa, las principales navieras mundiales activaron en febrero planes de contingencia para garantizar la llegada a su destino de las mercancías. Aunque fuera a fuerza de rodeos y con un sobrecoste en la cadena logística.

Maersk Line ha sido, hasta el momento, la única naviera que ha difundido el efecto que tuvo la inestabilidad en la estiba en febrero y marzo. Doce millones de euros de sobrecoste y el desvío de 73 barcos fuera de España son las grandes cifras de una medida que la compañía ha vuelto a poner en marcha y que, de momento, sólo afecta a Algeciras.

TRANSPORTISTAS

Una huelga de los estibadores en los puertos españoles supondría 350 euros de pérdidas por camión para el sector del transporte por carretera, según cálculos elaborados el pasado febrero por la Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (Fenadismer). El colectivo cifra en hasta 6.000 los vehículos perjudicados y 2 millones de euros en pérdidas por cada día de inactividad, al margen de los problemas de suministro.

PERECEDEROS

La industria cárnica española saca al extranjero cada día 3.000 toneladas de carne de cerdo congelada y otras 500 en despojos comestibles. Los mayoristas de fruta y verdura tienen en el Estrecho de Gibraltar una de las principales vías de suministro desde Marruecos, si bien se trata de un tráfico "protegido" por los servicios mínimos.

QUÍMICA

La Federación Empresarial de la Industria Española Química (Feique) diseñó en febrero dos planes para abastecer de materias primas a las fábricas. En caso de una huelga de tres días, la entidad preveía solventar la situación con un incremento de pedidos. Si la huelga se prolongaba, el sector preveía la importación de productos por carretera desde Marsella para evitar los puertos de Algeciras, Huelva, Bilbao y Barcelona, los más cercanos a los polos químicos del país.

AUTOMÓVIL

Unos 12.000 coches salen cada día de las fábricas españolas, según la patronal del sector (Anfac). Y el 40% salen de España por barco mientras que los buques suministran las piezas desde Estados Unidos, Corea del Sur o el norte de África. Varios días de huelga dejarían sin stock las cadenas de montaje para una actividad igualmente vital para el país.

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