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Las almadrabas alertan de un fraude basado en teñir de rojo atunes de otras variedades

  • La OPP-51 dice conocer este fenómeno pero no lo ha denunciado. Recomiendan al consumidor exigir el etiquetado de las piezas

Dos trabajadores de la almadraba de Barbate se disponen a despiezar varios ejemplares recién capturados.

Dos trabajadores de la almadraba de Barbate se disponen a despiezar varios ejemplares recién capturados. / aragón pina

La Organización de Productores Pesqueros de Almadraba (OPP-51), que gestiona las artes de Tarifa, Conil de la Frontera y Zahara de los Atunes, aseguró ayer tener constancia de que existe un fraude por el que se tiñen otros pescados para venderlos como atún rojo salvaje. La entidad, que no ha denunciado esta práctica, reclama que se ataje.

Ante las noticias sobre este fraude, desvelado en el programa de Cuatro "En el punto de mira", la OPP-51 insiste en que la organización no ha presentado denuncia alguna ante ningún organismo sobre este asunto, aunque mostró su satisfacción por la repercusión que pueden tener las noticias dado que permitirá evitar engaños al consumidor. Los productores de almadraba aconsejaron a los consumidores que se informen de las características del atún rojo salvaje de almadraba para poder defenderse.

Al tocar la grasa de un atún rojo, los dedos se manchan de aceite pero nunca de sangre

El punto más importante de todos es que el pescado debe estar correctamente etiquetado y la etiqueta estar expuesta en un lugar visible. Se debe leer en ella zona de captura, arte de pesca y especie, que en este caso el nombre científico del atún rojo es Thunnus thynnus.

La segunda característica es que los lomos del atún rojo salvaje de almadraba son lomos grandes, de unos 20-25 kilogramos ya que la media del atún capturado se encuentra entre 160-180 kilos.

"En tercer lugar, hay que fijarse en el color rojo característico del atún rojo salvaje de almadraba que va del rojo al rosáceo, dependiendo de la contracción de grasa que tenga de la pieza. Concretamente la parte más cercana a la espina es más roja y a medida que se acerca a la piel es más rosa por el aumento de la infiltración de grasa. En un atún rojo salvaje de almadraba no podríamos encontrar un color uniforme en toda la pieza", explican.

En cuarto lugar, al tocar las partes más grasientas del atún rojo salvaje de almadraba, los dedos se manchan de aceite, pero no se quedan manchados de sangre. "Siempre hemos escuchado que hay gente que va al mercado a comprar atún rojo de almadraba y se mancha las manos de rojo", dicen fuentes de la OPP-51 para explicar cómo conocían que hay gente que tinta de rojo otras especies de atunes más baratas para venderlo como almadraba.

La denuncia pública de este fraude ha saltado cuando esta semana se han iniciado las levantás en las almadrabas de la costa de Cádiz que practican este arte milenario de pesca artesanal para capturar los atunes rojos salvajes en el momento en el que cruzan el Estrecho de Gibraltar rumbo al mar Mediterráneo.

Las cuatro almadrabas de Cádiz tienen una cuota inicial de 1.097 toneladas, de las cuales más de un 50% va destinado para la exportación al mercado japonés. El éxito gastronómico del atún de almadraba se ha extendido por las cartas de los restaurantes dentro y fuera de la provincia de Cádiz. Su degustación se ha convertido además en un atractivo turístico más en las localidades en las que se desarrolla.

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