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Fomento repite el formato y decreta servicios mínimos de hasta el 100%

  • La descarga obligatoria abarca a las islas, Ceuta y Melilla, perecederos y productos peligrosos

Un estibador camina por el muelle Juan Carlos I de Algeciras, ayer.

Un estibador camina por el muelle Juan Carlos I de Algeciras, ayer. / erasmo fenoy

El Ministerio de Fomento volvió a fijar unos servicios mínimos para la huelga en el sector de la estiba similares a los dictados para los paros de febrero y marzo -que no llegaron a ejecutarse- y que abarcan la totalidad de las mercancías destinadas al abastecimiento de los territorios insulares, Ceuta y Melilla así como los productos peligrosos.

Aunque anoche el horizonte del conflicto quedó más despejado, la resolución de la Secretaría de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda fue emitida para garantizar unos mínimos de actividad en los puertos si se llegaba a los paros, cuyo arranque estaba previsto para mañana día 24. Aún con los avances de ayer en la negociación, se mantienen convocados tres días de huelga en junio (días 5, 7 y 9) para los que rigen estas medidas.

Para el tráfico general plantea una actividad que suponga el 50% de actividad media

Fomento considera que los estibadores deben mantener la carga y descarga de los productos perecederos y peligrosos; los que sean necesarios para el abastecimiento, la atención sanitaria y los suministros especiales para las Islas Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla así como la totalidad de los servicios en los buques mixtos para no afectar al servicio de pasajeros. Igualmente se ha establecido un 100% de cobertura en los servicios que sean necesarios para situaciones de emergencias y siniestros.

Para el resto de tráficos portuarios, la resolución de Fomento establece que la cobertura laboral debe garantizar un rendimiento no inferior al 50% del promedio del año natural anterior en una jornada comparable por horario, tipo de mercancía y terminal.

La resolución apunta que la convocatoria de huelga, en total formada por ocho días alternos y en horas impares, equivale en la forma al 50% de la actividad pero no en el fondo puesto que hay procedimientos técnicos y de seguridad para el inicio de cada turno que conllevan un tiempo. Tiempo que si se consume de cada hora considerada como de trabajo, supondría una merma de la actividad superior a las 12 horas previstas por jornada o incluso que no llegaran a ponerse en marcha varias operaciones específicas como la carga y descarga de graneles con cuchara.

"Con la huelga planteada, al interrumpirse el trabajo cada hora, se produce un proceso de arranque cada dos horas -tres dentro de cada jornada de seis horas-. Los efectos prácticos de la huelga pueden ir mucho más allá del 50%", justifica Fomento.

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