Gibraltar

Reino Unido insiste en que el coste del 'Brexit' dependerá de la futura relación

  • La UE rehúsa a tratar la factura hasta que no se avance en la primera fase de la negociación

  • Barnier dice que Bruselas decidirá si le interesa el periodo de transición propuesto por May

El negociador jefe de la UE para el 'Brexit', Michel Barnier (i) junto al secretario de Estado británico para el 'Brexit', David Davis, ayer en Bruselas.

El negociador jefe de la UE para el 'Brexit', Michel Barnier (i) junto al secretario de Estado británico para el 'Brexit', David Davis, ayer en Bruselas. / olivier hoslet / efe

El Reino Unido declaró ayer que la factura que deberá abonar por salir de la Unión Europea (UE) está condicionada al contexto de la futura relación entre las dos partes, algo que la Unión rehúsa a tratar hasta que no se logren avances suficientes en la primera fase de la negociación del Brexit.

"El Reino Unido hará honor a los compromisos que ha hecho durante el periodo de su pertenencia a la UE. Pero es obvio que lograr una conclusión sobre este asunto sólo se podrá hacer en el contexto y de acuerdo con una nueva profunda y especial relación con la UE", dijo Davis antes de iniciarse la cuarta ronda de negociación para el Brexit.

La factura de salida es uno de los principales escollos que la UE y Londres deberán solucionar y que en Bruselas se cifra entre 60.000 y 100.000 millones.

Davis afirmó sobre el acuerdo financiero, que forma "parte de la retirada fluida y ordenada del Reino Unido", que "no queremos que nuestros socios de la UE se preocupen sobre si tendrán que pagar más o recibir menos durante el resto del actual plan presupuestario (2014-2020), como resultado de nuestra decisión de irnos".

"El Reino Unido está absolutamente comprometido a trabajar en los detalles", continuó Davis, quien aseguró que su país está haciendo "propuestas concretas" y que "no hay excusas para interponerse en el camino del progreso", al hilo del discurso pronunciado por la primera ministra británica, Theresa May, el pasado miércoles en Florencia (Italia), donde pidió por primera vez un periodo de transición de dos años para su país en el mercado interior europeo, cuando en marzo de 2019 se convierta en un Estado tercero.

May dijo en su declaración, calificada de "muy constructiva" por el jefe negociador de la UE, Michel Barnier, que Londres seguirá contribuyendo al Presupuesto de la UE hasta 2020, sin llegar a ofrecer cantidades concretas. En todo caso, Barnier dejó claro ayer que para hablar de la futura relación será necesario "alcanzar progresos significativos" en los tres puntos clave que componen la primera fase de las conversaciones: lo derechos de los ciudadanos, la frontera irlandesa y también la propia factura de salida. También indicó que será la UE la que decida si ese periodo de transición "va en su interés".

Así se pronunció Barnier minutos antes de recibir a Davis en una rueda de prensa tras informar a los ministros de los Veintisiete, reunidos en un Consejo de Asuntos Generales, sobre el estado de la negociación. "La UE está deseando entender mejor cómo el Gobierno británico traducirá el discurso de la primera ministra en posiciones negociadoras", indicó Barnier, para quien la "unidad" en los Veintisiete ante estas negociaciones está fuera de cuestión.

"Espero que hagamos verdaderos progresos en los próximos meses en los tres asuntos principales", insistió el político francés, mientras que Davis pidió "pragmatismo de ambas partes para avanzar", algo que confió en poder lograr esta semana de negociaciones en Bruselas, que concluirá el próximo jueves.

El negociador británico confió en hacer avances en asuntos como la movilidad de los ciudadanos de su país en la UE y el derecho de voto en las elecciones locales. "Las dos partes queremos evitar cambios en la manera en que los ciudadanos disfrutan de sus derechos", comentó.

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