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"Me merece estar en política por el legado que puedo dejar"

  • Juan Casanova sostiene que en los municipios pequeños lo importante es buscar los apoyos para gobernar, no existe la derecha ni la izquierda

Yolanda García, Juan Casanova, Javier Chaparro, Rocky Cuadrado, Rubén Almagro y Alessio González, ayer en El Cortijo de Guadacorte.

Yolanda García, Juan Casanova, Javier Chaparro, Rocky Cuadrado, Rubén Almagro y Alessio González, ayer en El Cortijo de Guadacorte. / reportaje gráfico: erasmo fenoy

El alcalde de Castellar de la Frontera, Juan Casanova (IU), acude a la Tertulia deportiva de Europa Sur, con su vecino, el piloto de motocross y taxista, Francisco Javier Cuadrado Rocky. El almuerzo se celebra como cada semana en el restaurante El Cortijo Guadacorte, y la charla gira sobre la política y la ecología en un municipio idílico incluido en un parque natural, pero con las mismas altas tasas de paro que el resto del Campo de Gibraltar.

Casanova, que lleva 17 años viviendo en Castellar, afronta su segundo mandato al frente del Ayuntamiento, con una visión de la política diferente, en la que prima el concepto de agroecología y naturaleza. Enamorado también de la Universidad, eligió la política para hacer cosas diferentes. "Me merece estar en política por lo que pueda dejar a nuestros hijos, dejar un legado es lo más interesante", añade el alcalde chisparrero.

Casanova gobierna en Castellar con un acuerdo con la concejal del PP, Pilar Lobato. Ya lo hizo en el primer mandato, aunque sin pacto de gobierno. "Yo no soy contrario a gobernar con el PP, creo que es importante buscar los apoyos para gobernar. Pienso que en política local no hay ni derechas ni izquierdas", añade el primer edil, que considera que no es extrapolable a los municipios pequeños los pactos o políticas que se dan en los grandes porque aquí priman las personas.

Así, opina que en Jimena de la Frontera, las matemáticas permitían que Izquierda Unida pudiera gobernar. "Lo dijeron en las elecciones y ahora han tenido el apoyo del PP para gobernar y me parece bien. Es una gran responsabilidad", apunta.

A pesar de pertenecer a IU, Casanova sostiene que no tiene ningún tipo de pretensión política fuera de la Alcaldía y pocas veces acude a reuniones o actos de partidos, sólo los necesarios. "Yo empecé en política como un vecino más y tenía muy claro lo que quería hacer en el pueblo, un modelo económico que busca la rentabilid de manera sostenible", indica.

El alcalde de Castellar tiene entre su referentes a Mahatma Gandhi y a Jane Goodall. Casanova comparte con la primatóloga y antropóloga su visión de la naturaleza. Así, considera que en política debe aplicarse los principios de biomímesis, aplicando soluciones procedentes de la naturaleza, llegando a un equilibrio energético, pero buscando la rentabilidad económica.

Esta política se refleja en proyectos de futuro que se están fraguando, como es el proyecto de acuaponía que se va a instalar en una de las fincas cedidas por La Almoraima. También está a punto de salir a licitación pública las cabañas autosuficientes que se quieren instalar en el Cerro del Moro construidas de balas de paja, un material económico y más sostenible. Este material también quiere instalarse en un punto de información que se va a construir en la Plaza de Andalucía. "He mirado en internet y resulta que hay casas de paja con 50 años, por lo que al menos sabemos que son duraderas", añade.

Otro proyecto ecológico en el que trabaja es una experiencia piloto relacionada con el reciclaje. Se trata de la creación de compost 100% ecológico. "El que hace actualmente Arcgisa no puede utilizarse como abono en los huertos de ocio", aclara.

Junto a estas iniciativas también se contempla el futuro campo de golf de La Zagaleta que traerá riqueza al municipio y empleo. "Aunque no esté totalmente a favor de este tipo de proyectos, no podemos negarnos porque supone una gran inversión en el municipio. Sí podemos intentar que se respete el equilibrio ecológico, con la utilización del agua, las construcciones, entre otras cuestiones", asegura.

La política de agroecología y sostenibilidad energética que promulga Casanova no siempre es bien entendida en Castellar, señala el alcalde. Así por ejemplo, explica que con los huertos de ocio, no todo el mundo está dispuesto a que sean ecológicos y a no utilizar herbicidas químicos. Ni siquiera obtuvo el apoyo de los grupos de la oposición cuando lo planteó. "Tuve que buscar otras fórmulas para contar con apoyo el apoyo en el Pleno", añade.

Después de 32 años de gobierno del PSOE, el cambio político en Castellar no ha sido bien asumido por todos, especialmente al principio. "No existe sintonía con la oposición", señala Casanova, quien indica que no está de acuerdo con muchos procedimientos administrativos, como son las cesiones de locales, que en ocasiones sólo suponen gastos para el Ayuntamiento.

Casanova opina no obstante, que la falta de conexión con el PSOE viene de la situación que se produjo con la finca de Marajambú. El convenio de la Junta de Andalucía con el Ayuntamiento no se materializó con el gobierno socialista y después se intentó vender, lo que provocó varias movilizaciones en el pueblo en 2012. Cuatro años después la situación está en un punto muerto. El Ayuntamiento sigue sin contar con estos terrenos para realizar un proyecto de agroecología. "No la damos por perdido, pero el modelo de gestión aún no está claro, el SAT prefiere una cooperativa. Pero primero tenemos que tener la cesión de la finca", concluye.

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