El Algeciras participa el próximo domingo de la celebración del principal candidato a campeón. No se sabe si como invitado de honor o como aguafiestas, pero estará. El desahuciado conjunto albirrojo visita al poderoso Écija Balompié, que viene de sellar -con un empate en Alcalá de Guadaíra- su pase a la fase de ascenso a Segunda A de forma matemática, pero ahora busca una victoria que le permita acabar como está, primero, para aprovechar el factor cancha en la eliminatoria decisiva.

En San Pablo espera al conjunto algecirista el mejor equipo del grupo y, además, en su mejor momento. Antes del mencionado empate llevaba nada menos que seis victorias consecutivas, que fueron su respuesta a las dos derrotas sufridas a principios de marzo ante sus dos principales opositores, el Linares y el Ceuta.

Así se las gasta este Écija que lleva formándose años. Despacio, a fuego lento, bajo la batuta del ex entrenador de la Balona Pedro Buenaventura, su secretario técnico. Todo un clásico de la Segunda B, el equipo sevillano lleva diez temporadas consecutivas en la categoría de bronce. Es un club que no ha perdido la cabeza haciendo inversiones millonarias para buscar el ascenso inmediato, si no que se ha ido formando poco a poco. Más barato y más efectivo.

En el penúltimo desplazamiento de la temporada el Algeciras tendrá que lidiar con un equipo fortísimo atrás -lleva sólo 27 goles en contra, el que menos con el propio Linares- y demoledor en su delantera. Sólo Pepe Díaz y Nolito llevan 25 goles, tres menos que todo el conjunto algecirista. La veteranía de Pedro García en el centro del campo hace mucho, aunque esta jornada no estará. Junto a Zigor, David Llano y Rafa Requena forma parte de la lista de bajas por sanción -Manolín y Mario son dudas por lesión y Campos vuelve- del conjunto astigitano, que en realidad están pensando más en la próxima 'liguilla' que en el colista.

Desde la página web del club sevillano se solicita al aficionado a animar al equipo contra el Algeciras, pero como ensayo para el play-off, no por otra cosa.

Es impensable que el conjunto más débil del grupo IV -el segundo de toda la Segunda B- gane en el terreno más inexpugnable de la categoría, el estadio San Pablo, donde el Écija se han embolsado 39 de los 67 puntos que adornan su casillero. Sólo ha recibido allí nueve goles, en 17 partidos. También es el más peligroso visitante, así que si el partido fuera en el Nuevo Mirador tampoco habría muchas más expectativas.

Al frente del Écija está José María Nogués, ex del Terrasa,el Gimnástic de Tarragona y el Real Jaén, entre otros que está demostrando su valía una temporada más.