Dicen los que realmente saben de fútbol que de las derrotas se sacan más consecuencias que de las victorias. Algo así trata de hacer el vestuario de la Balompédica después de su doloroso revés del pasado domingo en la Ciudad Deportiva Luis del Sol a manos del Betis Deportivo (3-2). El lateral Sergio Rodríguez expresó ayer su convencimiento a través de las redes sociales de que servirá "para crecer" y en términos muy similares se expresaron algunos de sus compañeros al término de contienda, conscientes todos de que los errores propios habían conducido al equipo de La Línea a regresar sin puntos.

Con todo, el que más y el que menos vaticina que tras el análisis de lo sucedido de puertas hacia dentro es más que predecible que se produzca una pequeña revolución en determinados puestos del once inicial de cara al partido que la Balompédica afronta el próximo domingo ante el colista Lorca Deportiva.

Sin duda el apartado más positivo dentro de la derrota a manos del filial de las trece barras fue la respuesta física del equipo después del minuto 55, cuando se vio tres goles por detrás en el marcador.

Los balonos, que en los últimos partidos de 2017 habían mostrado un bajón importante en los segundos tiempos (como demuestra la estadística de goles encajados), se negaron a bajar los brazos y en determinados momentos acariciaron, como poco, el empate.

El comportamiento de la plantilla parece desvelar una mejora en el apartado físico en la que el cuerpo técnico viene trabajando especialmente desde la incorporación del joven Alberto Muñoz, que llegó a comienzos de mes para ocupar la plaza que había dejado vacante el ceutí José Carlos Jiménez Mane, quien no podía hacer compatible su horario laboral en un centro docente caballa con los entrenamientos del conjunto albinegro.